Previous Page  34 / 80 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 34 / 80 Next Page
Page Background

“Para el cambio de paradigma es fun-

damental cambiar el modelo de eva-

luación”

¿El nuevo modelo de evaluación del que habla

forma parte del cambio de paradigma que

promueve el Mineduc?

Claro, implica todo un cambio de paradigma, por

eso siempre es tan álgido el debate respecto de la

evaluación, porque donde pongas la evaluación es

hacia dónde se mueven las piezas. Lamentablemente,

en estas décadas ha sido tan fuerte la presión de

cumplir con las metas del Simce que se ha reducido

la formación. Me acuerdo que unos años atrás

alguien decía: “si se saca el Simce, es como quitarle a

un piloto su carta o ruta de navegación” y eso es un

error porque nuestra carta de navegación debe ser el

currículum, no el Simce.

El currículum actual tiene tremendas tareas por

delante, pero como se pensó que la carta de

navegación era cumplir con las metas Simce, se

redujo. No responde a las enormes necesidades

que los ciudadanos comunes vemos que requieren

los jóvenes hoy en día, en términos de convivencia,

habilidades socioemocionales o comprensión

lectora en internet. Los desafíos son grandes y lo

que nos ofrecía formativamente este modelo de

evaluación quedó chico. Por lo tanto, creo que es

muy importante cambiarlo y hacerlo coherente a este

nuevo paradigma.

¿Qué efectos tuvo la pandemia en el actual

modelo evaluativo?

Creo que es súper importante que se haya

suspendido el Simce en estos años. Las urgencias

y prioridades han sido otras. Las entrevistas que

hemos hecho en las escuelas nos han mostrado que

ya estaban sobrecargadas con las exigencias de la

educación a distancia y ahora con los problemas de

convivencia y salud mental, entonces se ha evaluado

muy positivamente esta suspensión.

Además, la pandemia propició reflexiones y

dudas sobre esta evaluación: ¿Cómo generar una

evaluación justa con estudiantes que no tienen tanto

apoyo como otros? ¿Cómo hago una evaluación

que tenga sentido, que sirva, entendiendo que hay

niños que a lo mejor no tienen apoyo en la casa y

otros que sí, que unos tienen mejor conexión y otros

no? La lógica de los puntajes, de la clasificación, de

usar notas perdió sentido, y es que lo esencial de la

evaluación es retroalimentar para el aprendizaje, para

seguir planificando mis próximas clases y unidades

pedagógicas.

Finalmente, ¿qué opinión le merece el último

fallo del CNED respecto del Simce? Este año se

suspenderá esta evaluación en 2°, 6° y 8° básico

en todas las áreas, y en II medio en Ciencias

Naturales, pero se realizará de manera censal -y

no muestral- en 4° básico y II medio en Lectura y

Matemática.

Me parece mal. Se perdió la oportunidad de

mantenerla suspendida, de hacerla muestral para

darnos la oportunidad de reformar el modelo y abrir

paso a uno nuevo que sea coherente con estos

principios: una evaluación para el aprendizaje. Lo que

sí es destacable es que, de todas maneras, el fallo

señala que no se puede asociar el Simce a sanciones.

Eso es crucial.

Desde mi punto de vista, es un error político asociar

el aprendizaje o los resultados estandarizados de

un niño a sanciones o premios. Ya sabemos que

el aprendizaje es multifactorial. Entonces diría que

se perdió una oportunidad, pero hay que valorar lo

que se está haciendo, que es disminuir el número

de pruebas y no asociarlo a sanciones. Porque

realmente lo que no debe pasar nunca más es

asociar los resultados de una prueba al cierre de un

establecimiento o a un bono para los profesores.

“Me acuerdo que unos años

atrás alguien decía: “si se saca

el Simce, es como un piloto sin

su carta o ruta de navegación”.

Eso es un error porque nuestra

carta de navegación debe ser el

currículum, no el Simce. Y un

currículum desafiante”.

Conversando a fondo

34