Previous Page  40-41 / 56 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 40-41 / 56 Next Page
Page Background

42

43

Revista de Educación •

Tendencias

Revista de Educación •

Tendencias

“Mi trabajo con las escuelas me ha llevado a casi todos

los continentes, incluidos varios países de América del

Sur. No he tenido la oportunidad de visitar Chile en per-

sona, ¡todavía!, pero he visto despegar aquí el interés en

el método de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) a

través de eventos virtuales y con el apoyo y los recursos

del Ministerio de Educación. Ese respaldo es fundamen-

tal para ayudar a los educadores a aceptar el desafío

de convertirse en maestros de ABP”

,

afirma Suzie Boss,

escritora y consultora norteamericana, quien participará

en el seminario internacional “Metodologías Activas” de

Fundación Educacional Seminarium, previsto para mayo

del presente año.

De hecho, el Mineduc ha puesto en marcha una bibliote-

ca de planificaciones de proyectos de ABP que otros pro-

fesores pueden utilizar para inspirarse. Basta con ingresar

en el portal Currículum Nacional, ir a la sección Innova-

ción y entrar al modulo “ABP Aprendizaje Basado en Pro-

yectos”; allí podrán ver este material y, además, una serie

de orientaciones para aplicar el ABP en sus escuelas. Los

invitamos a visitar:

https://www.curriculumnacional.cl/ portal/ABP/Chile-Aprende-por-Proyectos/Recursos/

Ejemplos de los proyectos disponibles son los siguientes:

• “Creando musicogramas con patrones rítmicos” (Mú-

sica - Matemática, 1° y 2° básico);

• “Hagamos sonar los gráficos de barra” (Música – Ma-

temática, 3° y 4° básico);

• “Creando obras teatrales divertidas” (Artes Visuales –

Lenguaje y Comunicación- Música, 5° y 6° básico.

• “El círculo y los cuerpos geométricos en las artes

visuales” (Artes Visuales y Matemática, 7° y 8° básico)

• “Modelos de trazabilidad en tiempos de pandemia:

Herramientas de cuidado personal y colectivo en co-

munidades educativas” (Tecnología - Ciencias Natura-

les - Matemática – Historia, 8° básico, 1° y 2° medio);

• “Cultivando en Marte” (Ciencias Naturales - Matemá-

tica - Tecnología, 1° y 2° medio); entre otros.

Se presenta también un listado de proyectos para 3° y 4°

medio en el área de Ciencias, Matemática e interdiscipli-

narios, indicando que éstos aparecen desarrollados en el

libro “Metodología de Aprendizaje basado en Proyectos”,

editado por la Unidad de Currículum y Evaluación del

Mineduc y que se puede ver completo en el portal de

Currículum Nacional. Corresponde a una adaptación de

las publicaciones “Setting the Standard for Project Based

Learning: A ProVen Approach to Rigorous Classroom

Instruction”, de John Larmer, John Mergendoller y Suzie

Boss (ASCD 2015) y Buck Institute of Education Gold

Standard Project Based Learning (PBL, sigla en inglés de

ABP).

Por otro lado, las conferencias virtuales sustentadas por

el Mineduc han ayudado a poner en contacto a exper-

tos en PBL con educadores chilenos. Y el libro “Project

Based Teaching: How to Create Rigorous and Engaging

Learning Experiences”, de Suzie Boss y John Larmer, ya

está siendo traducido y pronto estará disponible en for-

mato digital para los docentes de todo Chile.

“Juntas, estas actividades envían el mensaje de que el

Ministerio apoya el ABP como pedagogía y está invirtien-

do en desarrollo profesional para ayudar a los maestros a

tener éxito con esta metodología”, asegura la experta.

Cómo se implementa

el ABP

Las temáticas de este tipo de proyectos son variadas.

Suzie Boss cuenta que recientemente un equipo de

docentes chilenos diseñó un proyecto sobre cómo

mejorar la salud de su comunidad

.

“Se centraron en la

nutrición como un factor para prevenir o reducir las

enfermedades crónicas. Consultaron con agricultores

locales acerca de qué alimentos estaban disponibles y

trabajaron con un chef profesional para formular sus

propias recetas. La exhibición final fue un evento para la

comunidad, que incluyó demostraciones de cocina y el

intercambio de recetas. Los estudiantes se convirtieron

en educadores y defensores de la salud, aplicando tanto

su comprensión del contenido académico como sus

habilidades como comunicadores efectivos”.

Y señala

que en eventos en línea, organizados por Fundación

Chile y Seminarium, conoció también a un grupo de

escuelas trabajando en proyectos de energía solar para

su comunidad.

Pero,

¿qué es exactamente el ABP?

La respuesta es

simple: un método de instrucción en el que los estu-

diantes aprenden conceptos importantes resolviendo

un problema o enfrentando un desafío. Debido a que los

estudiantes tienen que aplicar lo que aprenden, es más

probable que recuerden lo que han estudiado.

“No solo

están aprendiendo para un examen. Están aprendiendo

haciendo y con un propósito. La investigación muestra

que los estudiantes pueden transferir lo aprendido en

un proyecto a nuevas situaciones en el futuro. Eso es un

indicador de aprendizaje profundo”

,

explica Boss.

Este método sigue una misma estructura o flujo, inde-

pendientemente del curso o del área de contenido. Se

inicia con el lanzamiento de un proyecto que despierta el

interés de los estudiantes y les hace formular preguntas

que impulsarán su aprendizaje. Luego, viene la fase de

desarrollar la comprensión, a menudo utilizando estra-

tegias de enseñanza tradicionales como lecturas asig-

nadas, actividades prácticas o laboratorios, desarrollo

de vocabulario y conferencias. Después, los estudiantes

aplican su aprendizaje para crear una solución o produc-

to. Finalmente, comparten lo aprendido en una audiencia

pública. A lo largo de este proceso, reciben comentarios

útiles y reflexionan sobre su aprendizaje. En un libro

sobre APB producido por Educarchile, estas cuatro fases

se describen como:

(1) Desafío; (2) Investigación; (3)

Creación; y (4) Comunicación.

Una interrogante común entre los docentes es: ¿Cómo

puedo involucrar a los proyectos los contenidos que

tengo que enseñar?

La clave estaría en el momento de diseñar la estrategia.

Es allí cuando los maestros deben establecer objetivos

de aprendizaje claros, que estén en línea con el plan de

estudios o currículum. Y, además, el plan de evaluación

del proyecto tiene que incluir controles formativos para

asegurarse de que los estudiantes están progresando

hacia esos objetivos y aplicar una evaluación al final del

proyecto de lo que los estudiantes han aprendido.

“Un

buen punto de partida para los docentes es pensar en

una unidad que haya enseñado de forma tradicional.

¿Cómo podría convertirla en un proyecto que aborde

los mismos objetivos, pero de una manera más atractiva

y significativa para los estudiantes? ¿Qué podrían hacer

los estudiantes para demostrar lo que saben?”

, aconseja.

En todo caso, vale tomar en cuenta que aunque el ABP se

puede usar en todas las áreas de contenido y cursos, es

importante diseñar proyectos que sean valiosos para el

aprendizaje.

“Eso significa alinear proyectos con están-

dares de alta prioridad, no lecciones rápidas que podrían

exponerse en un día. Si bien un pequeño porcentaje de

escuelas usa ABP “de muro a muro” (para todas las áreas

de contenido, todo el tiempo, con estructuras y horarios

para respaldar este tipo de aprendizaje), es mucho más

común ver profesores que usan ABP una o dos veces por

semestre”,

agrega la experta.

-¿Cuánto debe durar un ABP? ¿Y en qué se diferen-

cian los ABP de los proyectos que hacían los adultos o

los padres en su época escolar, después de las clases

típicas, investigando un tema indicado por el docente,

escribiendo unas conclusiones en cartulinas y exhi-

biendo ese material en las paredes de la escuela?

-Cuando trabajo con profesores, los animo a planificar

proyectos que sean “lo suficientemente largos” para que

los estudiantes pasen por las cuatro fases de aprendizaje.

Eso podría ser dos semanas en una clase o dos meses en

otra, según la complejidad del proyecto y la preparación

de los estudiantes. Empezar de a poco, con un proyecto

a corto plazo, es una buena estrategia.

Respecto de la segunda pregunta, es importante para

discutir con los padres. La mayoría de quienes ahora

somos adultos, experimentamos el tipo de “proyectos”

que usted describe: prácticos, dirigidos por maestros

y que ocurren después de que termina el aprendizaje

serio. Los invito a pensar en esto como un aprendizaje de

“postre” en lugar del “plato principal”. Es posible que los

padres se hayan divertido con estas actividades, pero no

son las experiencias de aprendizaje profundas y extendi-

das que queremos que nuestros estudiantes tengan con

el Aprendizaje Basado en Proyectos. Una de las mejores

maneras de ayudar a los padres a comprender la dife-

rencia es asegurarse de que asistan a las exhibiciones de

proyectos, donde los estudiantes hablan sobre lo que

han aprendido y por qué es significativo para ellos.

Espacio ideal para trabajar

temas de medioambiente

Las posibilidades son prácticamente ilimitadas. Suzie

Boss ha visitado colegios donde los alumnos han

abordado desafíos ambientales locales, como la con-

taminación de un lago o de un río.

“Sabemos que los

jóvenes de todo el mundo están preocupados por los

problemas ambientales y de sostenibilidad. Pero el

futuro del planeta es un tema enorme y complejo, y les

puede parecer abrumador. El desafío para los maestros

es diseñar proyectos que tengan el “tamaño adecuado”

para que los estudiantes los aborden. Por ejemplo, veo

muchos proyectos que adoptan lo que podría llamarse

un enfoque “glocal”, es decir: preocupación global con

acción local. Los estudiantes exploran un tema como la

contaminación plástica desde una perspectiva hiperlo-

cal. ¿Qué pueden hacer en su comunidad para evitar que

los plásticos lleguen al océano? O con un enfoque en la

energía, ¿cómo podrían reducir la huella de carbono de

su propia escuela? ¿O cómo podrían llevar energía solar a

su comunidad?”

También hay proyectos en torno a otros temas como el

homenaje a los héroes anónimos de una comunidad para

lo cual han escrito sus biografías. O en los que han usado

tecnología como los drones para fotografiar y mapear

hábitats o crear juegos digitales para practicar habilida-

des lingüísticas.

Lo esencial, asegura Boss, es que cada proyecto esté

diseñado para abordar conceptos académicos relevantes

y desarrollar la capacidad de los estudiantes para resolver

problemas.