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Revista de Educación •
Tendencias
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“Mi trabajo con las escuelas me ha llevado a casi todos
los continentes, incluidos varios países de América del
Sur. No he tenido la oportunidad de visitar Chile en per-
sona, ¡todavía!, pero he visto despegar aquí el interés en
el método de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) a
través de eventos virtuales y con el apoyo y los recursos
del Ministerio de Educación. Ese respaldo es fundamen-
tal para ayudar a los educadores a aceptar el desafío
de convertirse en maestros de ABP”
,
afirma Suzie Boss,
escritora y consultora norteamericana, quien participará
en el seminario internacional “Metodologías Activas” de
Fundación Educacional Seminarium, previsto para mayo
del presente año.
De hecho, el Mineduc ha puesto en marcha una bibliote-
ca de planificaciones de proyectos de ABP que otros pro-
fesores pueden utilizar para inspirarse. Basta con ingresar
en el portal Currículum Nacional, ir a la sección Innova-
ción y entrar al modulo “ABP Aprendizaje Basado en Pro-
yectos”; allí podrán ver este material y, además, una serie
de orientaciones para aplicar el ABP en sus escuelas. Los
invitamos a visitar:
https://www.curriculumnacional.cl/ portal/ABP/Chile-Aprende-por-Proyectos/Recursos/Ejemplos de los proyectos disponibles son los siguientes:
• “Creando musicogramas con patrones rítmicos” (Mú-
sica - Matemática, 1° y 2° básico);
• “Hagamos sonar los gráficos de barra” (Música – Ma-
temática, 3° y 4° básico);
• “Creando obras teatrales divertidas” (Artes Visuales –
Lenguaje y Comunicación- Música, 5° y 6° básico.
• “El círculo y los cuerpos geométricos en las artes
visuales” (Artes Visuales y Matemática, 7° y 8° básico)
• “Modelos de trazabilidad en tiempos de pandemia:
Herramientas de cuidado personal y colectivo en co-
munidades educativas” (Tecnología - Ciencias Natura-
les - Matemática – Historia, 8° básico, 1° y 2° medio);
• “Cultivando en Marte” (Ciencias Naturales - Matemá-
tica - Tecnología, 1° y 2° medio); entre otros.
Se presenta también un listado de proyectos para 3° y 4°
medio en el área de Ciencias, Matemática e interdiscipli-
narios, indicando que éstos aparecen desarrollados en el
libro “Metodología de Aprendizaje basado en Proyectos”,
editado por la Unidad de Currículum y Evaluación del
Mineduc y que se puede ver completo en el portal de
Currículum Nacional. Corresponde a una adaptación de
las publicaciones “Setting the Standard for Project Based
Learning: A ProVen Approach to Rigorous Classroom
Instruction”, de John Larmer, John Mergendoller y Suzie
Boss (ASCD 2015) y Buck Institute of Education Gold
Standard Project Based Learning (PBL, sigla en inglés de
ABP).
Por otro lado, las conferencias virtuales sustentadas por
el Mineduc han ayudado a poner en contacto a exper-
tos en PBL con educadores chilenos. Y el libro “Project
Based Teaching: How to Create Rigorous and Engaging
Learning Experiences”, de Suzie Boss y John Larmer, ya
está siendo traducido y pronto estará disponible en for-
mato digital para los docentes de todo Chile.
“Juntas, estas actividades envían el mensaje de que el
Ministerio apoya el ABP como pedagogía y está invirtien-
do en desarrollo profesional para ayudar a los maestros a
tener éxito con esta metodología”, asegura la experta.
Cómo se implementa
el ABP
Las temáticas de este tipo de proyectos son variadas.
Suzie Boss cuenta que recientemente un equipo de
docentes chilenos diseñó un proyecto sobre cómo
mejorar la salud de su comunidad
.
“Se centraron en la
nutrición como un factor para prevenir o reducir las
enfermedades crónicas. Consultaron con agricultores
locales acerca de qué alimentos estaban disponibles y
trabajaron con un chef profesional para formular sus
propias recetas. La exhibición final fue un evento para la
comunidad, que incluyó demostraciones de cocina y el
intercambio de recetas. Los estudiantes se convirtieron
en educadores y defensores de la salud, aplicando tanto
su comprensión del contenido académico como sus
habilidades como comunicadores efectivos”.
Y señala
que en eventos en línea, organizados por Fundación
Chile y Seminarium, conoció también a un grupo de
escuelas trabajando en proyectos de energía solar para
su comunidad.
Pero,
¿qué es exactamente el ABP?
La respuesta es
simple: un método de instrucción en el que los estu-
diantes aprenden conceptos importantes resolviendo
un problema o enfrentando un desafío. Debido a que los
estudiantes tienen que aplicar lo que aprenden, es más
probable que recuerden lo que han estudiado.
“No solo
están aprendiendo para un examen. Están aprendiendo
haciendo y con un propósito. La investigación muestra
que los estudiantes pueden transferir lo aprendido en
un proyecto a nuevas situaciones en el futuro. Eso es un
indicador de aprendizaje profundo”
,
explica Boss.
Este método sigue una misma estructura o flujo, inde-
pendientemente del curso o del área de contenido. Se
inicia con el lanzamiento de un proyecto que despierta el
interés de los estudiantes y les hace formular preguntas
que impulsarán su aprendizaje. Luego, viene la fase de
desarrollar la comprensión, a menudo utilizando estra-
tegias de enseñanza tradicionales como lecturas asig-
nadas, actividades prácticas o laboratorios, desarrollo
de vocabulario y conferencias. Después, los estudiantes
aplican su aprendizaje para crear una solución o produc-
to. Finalmente, comparten lo aprendido en una audiencia
pública. A lo largo de este proceso, reciben comentarios
útiles y reflexionan sobre su aprendizaje. En un libro
sobre APB producido por Educarchile, estas cuatro fases
se describen como:
(1) Desafío; (2) Investigación; (3)
Creación; y (4) Comunicación.
Una interrogante común entre los docentes es: ¿Cómo
puedo involucrar a los proyectos los contenidos que
tengo que enseñar?
La clave estaría en el momento de diseñar la estrategia.
Es allí cuando los maestros deben establecer objetivos
de aprendizaje claros, que estén en línea con el plan de
estudios o currículum. Y, además, el plan de evaluación
del proyecto tiene que incluir controles formativos para
asegurarse de que los estudiantes están progresando
hacia esos objetivos y aplicar una evaluación al final del
proyecto de lo que los estudiantes han aprendido.
“Un
buen punto de partida para los docentes es pensar en
una unidad que haya enseñado de forma tradicional.
¿Cómo podría convertirla en un proyecto que aborde
los mismos objetivos, pero de una manera más atractiva
y significativa para los estudiantes? ¿Qué podrían hacer
los estudiantes para demostrar lo que saben?”
, aconseja.
En todo caso, vale tomar en cuenta que aunque el ABP se
puede usar en todas las áreas de contenido y cursos, es
importante diseñar proyectos que sean valiosos para el
aprendizaje.
“Eso significa alinear proyectos con están-
dares de alta prioridad, no lecciones rápidas que podrían
exponerse en un día. Si bien un pequeño porcentaje de
escuelas usa ABP “de muro a muro” (para todas las áreas
de contenido, todo el tiempo, con estructuras y horarios
para respaldar este tipo de aprendizaje), es mucho más
común ver profesores que usan ABP una o dos veces por
semestre”,
agrega la experta.
-¿Cuánto debe durar un ABP? ¿Y en qué se diferen-
cian los ABP de los proyectos que hacían los adultos o
los padres en su época escolar, después de las clases
típicas, investigando un tema indicado por el docente,
escribiendo unas conclusiones en cartulinas y exhi-
biendo ese material en las paredes de la escuela?
-Cuando trabajo con profesores, los animo a planificar
proyectos que sean “lo suficientemente largos” para que
los estudiantes pasen por las cuatro fases de aprendizaje.
Eso podría ser dos semanas en una clase o dos meses en
otra, según la complejidad del proyecto y la preparación
de los estudiantes. Empezar de a poco, con un proyecto
a corto plazo, es una buena estrategia.
Respecto de la segunda pregunta, es importante para
discutir con los padres. La mayoría de quienes ahora
somos adultos, experimentamos el tipo de “proyectos”
que usted describe: prácticos, dirigidos por maestros
y que ocurren después de que termina el aprendizaje
serio. Los invito a pensar en esto como un aprendizaje de
“postre” en lugar del “plato principal”. Es posible que los
padres se hayan divertido con estas actividades, pero no
son las experiencias de aprendizaje profundas y extendi-
das que queremos que nuestros estudiantes tengan con
el Aprendizaje Basado en Proyectos. Una de las mejores
maneras de ayudar a los padres a comprender la dife-
rencia es asegurarse de que asistan a las exhibiciones de
proyectos, donde los estudiantes hablan sobre lo que
han aprendido y por qué es significativo para ellos.
Espacio ideal para trabajar
temas de medioambiente
Las posibilidades son prácticamente ilimitadas. Suzie
Boss ha visitado colegios donde los alumnos han
abordado desafíos ambientales locales, como la con-
taminación de un lago o de un río.
“Sabemos que los
jóvenes de todo el mundo están preocupados por los
problemas ambientales y de sostenibilidad. Pero el
futuro del planeta es un tema enorme y complejo, y les
puede parecer abrumador. El desafío para los maestros
es diseñar proyectos que tengan el “tamaño adecuado”
para que los estudiantes los aborden. Por ejemplo, veo
muchos proyectos que adoptan lo que podría llamarse
un enfoque “glocal”, es decir: preocupación global con
acción local. Los estudiantes exploran un tema como la
contaminación plástica desde una perspectiva hiperlo-
cal. ¿Qué pueden hacer en su comunidad para evitar que
los plásticos lleguen al océano? O con un enfoque en la
energía, ¿cómo podrían reducir la huella de carbono de
su propia escuela? ¿O cómo podrían llevar energía solar a
su comunidad?”
También hay proyectos en torno a otros temas como el
homenaje a los héroes anónimos de una comunidad para
lo cual han escrito sus biografías. O en los que han usado
tecnología como los drones para fotografiar y mapear
hábitats o crear juegos digitales para practicar habilida-
des lingüísticas.
Lo esencial, asegura Boss, es que cada proyecto esté
diseñado para abordar conceptos académicos relevantes
y desarrollar la capacidad de los estudiantes para resolver
problemas.