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Revista de Educación •
Políticas Educativas
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Políticas Educativas
La Primera Jornada Nacional hacia una Educación No
Sexista surgió como respuesta a las denuncias de acoso
y violencia de género que quedaron en evidencia con el
retorno a clases presenciales en marzo. De hecho, las es-
tudiantes de distintos liceos protestaron a inicios de este
año por estos hechos y el ministro de Educación, Marco
Antonio Ávila, se reunió con ellas para escuchar sus de-
mandas, comprometiéndose a realizar esta actividad.
Pero la evidencia también demuestra la necesidad de
abordar el problema: según la Superintendencia de Edu-
cación, entre el 1 de enero y el 12 de abril de 2022 fueron
recibidas 124 denuncias de connotación sexual. Entre
ellas, las denuncias de situaciones de connotación sexual
entre estudiantes aumentaron 140% respecto al prome-
dio 2018-2019, llegando a 96 casos en lo que va de 2022.
Muchas veces las instituciones educativas reproducen
desigualdades de género y estereotipos. Basta con ob-
servar los resultados del Informe “Propuesta de rediseño
de indicadores para medir la brecha de género en el
sistema escolar chileno en el marco de los indicadores
de desarrollo personal y social de la Agencia de Calidad
de la Educación” (2021), de FLACSO Chile, que da cuenta
de dinámicas en el aula que no contribuyen a la equidad.
Camila Arenas
, Encargada Unidad de Género de Mineduc:
“Una escuela no
sexista es una
escuela justa”
¿Qué se entiende por “educación no sexista”?
La educación no sexista, aunque sea una negación, un
“no” a algo, es una propuesta educativa que busca que la
educación no tenga sesgos de género, vale decir, que no
tenga un sesgo -en este caso sexista- en su gestión, en
la reproducción de conocimientos, desde lo curricular y
desde lo institucional. Que no naturalice estereotipos de
género como una configuración lógica, que no naturali-
ce el sexismo.
Es relevante que entendamos que las orientaciones con
perspectivas de género no son excluyentes, no buscan
excluir a un género. ¡Todo lo contrario! El sexismo es el
que hace eso, al apuntar a un ordenamiento de género
binario donde solo existen varones y mujeres. En cambio,
con la perspectiva de género hay integración de varones,
mujeres y otras identidades.
¿Cómo surgió la idea de realizar Jornadas Nacionales
hacia una Educación no Sexista?
Surgen porque forman parte de nuestro programa de
Gobierno, del programa de Gobierno del Presidente
Gabriel Boric, y el ministro de Educación las impulsa,
por supuesto. Surgen también por una reunión que el
ministro tuvo con un grupo de estudiantes secundarias
que protestaron por la violencia en sus liceos. Luego de
la reunión que se generó con ellas en el ministerio, él se
comprometió a empezar a remediar la situación abe-
rrante que hay en las comunidades escolares donde la
violencia está naturalizada. Por eso, una de las medidas
es avanzar hacia una educación sin sesgo de género, o
sea, no sexista.
¿Ya están definidos los contenidos de todas las
Jornadas a futuro?
Tenemos una planificación que está modelándose, tene-
mos los hitos que tienen que demarcar cada Jornada en
términos de contenido. En total, son 12 Jornadas desde
2022 a 2025; tres por año.
Con la Primera Jornada, partimos de 7° básico a 4° me-
dio, propiciando un primer momento de conversación,
con una metodología que está probada en términos de
perspectiva de género: el juego de roles. Aquí, el alum-
no o alumna toma un rol, un lugar, y no habla desde sí
mismo. Esto es muy importante porque la violencia de
género -que está incluida en los problemas por los que
creemos que la educación no debe ser sexista- está pre-
sente en la vida de las y los estudiantes, en su vínculo con
el establecimiento educativo, en su trayectoria escolar.
Entonces, hablar desde ellos mismos podía ser muy fuer-
te y desatar algo que en género se llama develaciones, es
decir, que comenzaran a comentar asuntos que les han
pasado a ellos o ellas. No hay preparación en los espa-
cios escolares para acoger las develaciones.
La Segunda Jornada contemplará la preparación previa
a la que antes hice referencia. Lo que esperamos es in-
troducir los conceptos más relevantes de ese problema,
es decir, qué significa el tema sexo-género, el sexismo,
cuáles son las articulaciones sociales culturales que
tienen por efecto la reproducción en la escuela de una
educación con sesgos de género.
Y para la Tercera Jornada, que será a fines de año,
también habrá preparación previa, y el día de la jorna-
da se incluirá a docentes, padres y apoderados. Vamos
avanzando.
Queremos abordar el rol de la escuela como una escuela
justa. Una escuela no sexista es una escuela justa: justa
para mujeres, varones, personas con otra identidad de
género, y también, gente con distintas capacidades.
¿Estas Jornadas se vinculan de alguna manera con el
futuro Proyecto de Ley de Educación Sexual Integral?
Son puntales para empezar a abrir la discusión a la
comunidad educativa. Hoy, independiente de los credos
o las condiciones de las instituciones hay legislación res-
pecto a asuntos de género: estudiantes trans, matrimo-
nio igualitario, aborto en tres causales por ley. Todo eso
es parte de algo que tiene que llegar a las escuelas.
Esto se observa también en el uso del espacio escolar –el
patio lo usan los hombres para el fútbol y resulta raro si
una niña juega a la pelota–, y en el trato desde directivos
y docentes hacia las alumnas.
Liceo Bicentenario Camilo Henríquez González de Lanco
Marcela Madrid, directora de este establecimiento
municipal, en la Región de Los Ríos, está convencida
de que la Jornada va en la ruta correcta de fortalecer la
convivencia escolar, porque
“la conversación, el diálogo,
donde esté presente siempre el respeto y la tolerancia,
son espacios muy necesarios luego de este reencuentro
escolar”.
“Esta Jornada la desarrollamos en los 18 cursos que
tiene nuestro liceo, que cuenta con 508 estudiantes de
1° a 4° medio. Trabajamos en grupos, cada uno a cargo
de su profesor tutor, y también incorporamos a toda la
comunidad educativa: asistentes de la educación, direc-
tivos, padres y apoderados. Fue una instancia enrique-
cedora, en especial para nuestros estudiantes, quienes
a través de una visión crítica nos hicieron darnos cuenta
de cómo algunos estereotipos y sesgos de género están
presentes en las actividades escolares y muchas veces
no nos damos cuenta”,
señala.
De hecho, este fue uno de los temas más recurrentes por
parte de los estudiantes, de los docentes y también de
los apoderados. Por ejemplo, la idea de que las mujeres
no son tan hábiles como los hombres en determinadas
actividades, como la soldadura, o que los hombres son
más competentes en construcciones metálicas, respon-
de a un estereotipo de género que se quiere eliminar.
Este liceo, que es polivalente, se ha esforzado para que
no existan estereotipos de género al elegir las carreras
técnico-profesionales que allí se imparten: Administra-
ción, Estructuras Metálicas y Atención de Párvulos.
“En
Estructuras Metálicas hemos tenido un avance impor-
tante desde hace ya varios años, logrando incorporar a
varias chiquillas. Pero en Educación de Párvulos, el 100%
aún son mujeres, históricamente ha sido así, y los varo-
nes hoy no se sienten llamados por un tema socio-cultu-
ral”
,
afirma.
La Jornada también fue una oportunidad para dialo-
gar acerca de estos temas.
“Participó el 100% del liceo.
Nos obligó a compartir puntos de vista y a abrirnos a la
posibilidad de facilitar las condiciones para una trans-
formación cultural, porque este es un cambio cultural.
Es un primer paso, queremos más adelante retomar esta
Jornada y convocar a los padres y apoderados… a veces
cuesta que lleguen al establecimiento, pero es muy
importante sumarlos”,
plantea.
Evidencias de sexismo en las escuelas
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