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TRANSFORMACIONES EN EL AULA EN EL SIGLO XX
Algunos hitos en la historia de la educación tuvieron
impacto indiscutido en el porvenir de las mujeres chilenas
y en la educación que recibieron, por ejemplo:
• La Ley de Educación Primaria Obligatoria, promulgada
el 26 de agosto de 1920. Esto forzó a los padres para
escolarizar a sus “hijos e hijas”.
• La masificación de la enseñanza que, pese a su
trascendental importancia, afectó la calidad de la
misma. “Como lo señala Leyton (2003), el aumento
del número de alumnos provocó graves desequilibrios
a nivel escolar. Los profesores tuvieron que acoger
una cantidad importante de niños y niñas por clase,
al mismo tiempo que se vieron confrontados a la
heterogeneidad y diversidad económica, social y
cultural de la población involucrada”.
• Las nuevas influencias a la pedagogía, provenientes de
EE.UU. con las ideas de John Dewey. Él sostenía que
es el maestro/a quien debe conectar los contenidos
del currículum con los intereses de los alumnos/as.
EL FAMOSO DECRETO AMUNÁTEGUI
El gobierno del presidente Aníbal Pinto Garmendia
dictó el Decreto N° 547 que autorizó el acceso de las
mujeres a los estudios universitarios. Fue firmado el 6
de febrero de 1877 en Viña del Mar por él y su ministro
de Justicia, Culto e Instrucción Pública Miguel Luis
Amunátegui, por lo cual se hizo conocido como “Decreto
Amunátegui”. Decía así:
“Considerando:
1. Que conviene estimular a las mujeres a que hagan
estudios serios y sólidos;
2. Que ellas puedan ejercer con ventaja alguna de las
profesiones denominadas científicas;
3. Que importa facilitar los medios de que puedan ganar
la subsistencia por sí mismas;
decreto:
Se declara que las mujeres deben ser admitidas a
rendir exámenes para obtener títulos profesionales con
tal que ellas se sometan a las mismas disposiciones a que
están sujetos los hombres”.
Cuatro años después, el Estado comenzaría a fundar
liceos para mujeres.
Todo ello permitió que, poco a poco, las mujeres
comenzaran a incursionar en ámbitos que antes les
estaban vedados.
Un caso asombroso para la época fue el de Eloísa
Díaz Insunza. Esta joven –que estudió en el Colegio de
Primeras Letras de Dolores Cabrera de Martínez y luego,
en el Liceo de Isabel Le Brun de Pinochet– se reunió con
el decano de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Chile, Adolfo Murillo Sotomayor, para pedirle que la
incorporara a esa carrera.
“El señor decano le manifestó su complacencia por
ser la primera de su sexo que deseaba seguir la profesión
médica; le dijo que no había inconveniente para permitirle
estudiar con los demás alumnos los ramos de esa carrera,
y le prometió recomendarla a los profesores y alumnos
de las cátedras de medicina para que le guarden todas
las consideraciones y el respeto debidos al sexo de la
aspirante”. (El Mercurio de Valparaíso, 22 de abril de 1881)
Tuvo que asistir a clases acompañada de su madre,
pues no era bien visto que estuviera sola en un mundo
predominantemente masculino y, además, era menor de
edad. De hecho, otras mujeres que siguieron sus pasos,
como Ernestina Pérez Barahona, vivieron esa misma
experiencia.
Ambas lograron su cometido: Eloísa recibió su grado
de Licenciada en Medicina y Farmacia el 27 de diciembre
de 1886 y su título de médico cirujano el 3 de enero de
1887. Y Ernestina hizo lo propio, se graduó de Bachiller
en Medicina y Farmacia en 1885 y de Licenciada en la
misma Facultad en 1887; y el 10 de enero de ese año
recibió también el título de médico cirujano. De esta
Miguel Luis Amunátegui. Imagen: dominio público.
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Eloísa Díaz. Colección: Museo de la Educación Gabriela Mistral.
Ernestina Pérez Barahona. Colección: Museo de la Educación
Gabriela Mistral.
forma, pasaron a formar parte de la primera promoción de
mujeres médico cirujanas de Chile y América Latina.
Vale la pena mencionar también aquí a Irma Salas
(1903-1987), hija del destacado educador Darío Salas, quien
se tituló de profesora de inglés en el Instituto Pedagógico
en 1924 y luego sería la primera chilena en obtener un
Ph.D. en Educación (de la Universidad de Columbia). Aun
cuando la pedagogía históricamente se ha considerado afín
al hecho de ser mujer, es un mérito que haya alcanzado ese
alto grado académico y el haber sido capaz de acercar la
ciencia al estudio de la pedagogía. Sí, la ciencia.
Ella es la autora del primer ensayo de aplicación del
método científico en la educación secundaria en Chile; nos
referimos a su tesis de doctorado:
The socioeconomics
composition of the high school population in Chile
(La composición socioeconómica del alumnado de la
educación secundaria en Chile), de 1930. Participó en
la creación del Liceo Experimental Manuel de Salas
en 1932, fue su directora hasta 1943 y desde allí puso
en marcha una serie de investigaciones, siempre con
una mirada científica. Incluso en forma paralela dictó
el curso “Métodos de Investigación y Estadística” en
el Instituto Pedagógico; este fue fundado en 1889,
como dependencia de la Universidad de Chile, con el
objetivo de formar profesionalmente al profesorado de
la educación secundaria. Y varios años después, en 1953,
sería la fundadora y primera directora del Instituto de
Investigaciones Educacionales de la Universidad de Chile.
¡A todas ellas nuestro más sentido homenaje!
Fuentes: “Educación: Improntas de Mujer”, de María
Isabel Orellana Rivera. Serie: Intinerario y Memoria del
Bicentenario, Archivo Visual del Museo de la Educación
Gabriela Mistral. Santiago de Chile, 2007.
“Una mirada a la escuela chilena: entre la lógica y la
paradoja”, de María Isabel Orellana Rivera. Santiago de
Chile, 2010; “El Mercurio de Valparaíso”, 22 de abril de
1881; Claudio Gutiérrez y Flavio Gutiérrez. “Forjadores
de la Ciencia en Chile: problemas y soluciones”.
RIL Editores. Santiago de Chile, 2008; “Registros
femeninos de propiedad intelectual en Chile (1886-
1925)”. En:
www.propiedadintelectual.gob.cl/623/w3-article-29203.html?_noredirect=1; “Actividades
femeninas en Chile”. Santiago de Chile, 1928. En:
memoriachilena.cl;“La Instrucción de la mujer”, de
Gabriela Mistral. Texto originalmente publicado en
La voz de Elqui, en 1906. Recopilado en: Antología
de Gabriela Mistral, Selección de María Luisa Pérez,
Editorial Las Orquídeas, Santiago de Chile, 1995. En:
ideasfem.wordpress.com/textos/f/f03/