

58
Revista de Educación •
Reseña educación
Dibujando
el cosmos
A
quí se habla de los orígenes de la ciencia, la
astronomía y la medición del tiempo. Y el autor
cumple su inspiración a cabalidad, escribiendo un
didáctico y ameno relato de la evolución de la astronomía
desde el interés y los conocimientos que ha ido logrando
la especie humana a lo largo de su historia como moradora
de la Tierra.
“Este libro es una pequeña muestra de lo que
mis padres hicieron por mí y de lo que quiero legar
a mis nietos”, explicita el académico al finalizar sus
agradecimientos. Una frase simple, pero que engloba una
realidad tan esperanzadora como emocionante del mundo
de la educación. Un ejemplo para seguir, así se educa de
generación en generación.
A través de la mitología griega se cuenta la cosmogonía
(origen del universo). Entonces aparecen los titanes que
pelean y las preguntas como ¿qué es el hado o destino?,
también el famoso mito de La caja de Pandora, que resulta
muy parecido a la historia de Adán y Eva, en este caso
la primera mujer, bella y deseada, es Pandora, quien no
aguanta la curiosidad de abrir un cofre prohibido y al hacerlo
expande por el mundo todos los males desconocidos por
los hombres, quienes vivían libres y felices. De la caja salen
fatalidades como las guerras, la fatiga, la locura, el dolor,
la vejez, las enfermedades, ella cierra horrorizada y solo
alcanza a quedar una sola cosa: la esperanza.
El capítulo continúa con El diluvio, El monte Olimpo, El
inframundo, Mitología romana, Las Constelaciones, entre
otros. Le siguen a éste, un capítulo dedicado a la ciencia
en el tiempo del mito, donde se describe la atmósfera
emocional e intelectual en que se desarrolla la mitología
griega. Dice que el mundo natural estaba controlado por
las arbitrariedades de los dioses, al igual que en otros
colectivos humanos, pero igual surgen pensadores que
quieren explicar el mundo a partir de principios, buscan
explicaciones causales para los fenómenos, desligándose de
la arbitrariedad de los dioses. Ellos son los filósofos como
Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras, Heráclito y varios
otros que van produciendo cambios en la comprensión del
mundo y dando impulso a lo que hoy llamamos ciencia.
Un ejemplo es Empédocles, que aseguró que toda
la materia que nos rodea está compuesta por cuatro
elementos: agua, aire, tierra y fuego, los que combinados
en diferentes proporciones forman un “todo”. Idea que
el gran Aristóteles tomó y agregó que el cielo y el mundo
supralunar estarían constituidos por una quintaesencia.
Mientras, Aristarco tuvo la osadía (sin éxito) de plantear, ya
en esa época, su hipótesis heliocéntrica (el sol al centro y
los planetas girando a su alrededor).
Y el último capítulo se entrega de lleno al tema del
calendario. Ya establecida una escala de distancias en
el cosmos se hizo necesario fijar una escala de tiempos,
misión tremendamente difícil. Y cuenta que los pueblos
antiguos confeccionaron calendarios consistentes con
la Luna y el Sol. La astronomía se desarrolló en América
Central como una manera de lograr un contacto directo
con los dioses, es decir, tenía que ver con la religión. Se
elaboraron calendarios, observando el cielo para hacer
calzar los movimientos sociales con la voluntad de los
dioses. Especial papel jugó en esto la civilización maya.
Se describe el calendario maya, el mapuche y también el
calendario Juliano, que nace en tiempo de los romanos y es
la base del gregoriano, vigente hasta nuestros días.
“La ciencia es un conocimiento acumulativo, donde
miles de hombres y mujeres han colaborado para avanzar
y llegar hasta el punto en que estamos. Las próximas
generaciones tomarán el relevo y aportarán a la construcción
de este magnífico castillo que llamamos ciencia”, concluye
el astrónomo y resalta con ironía que en la actualidad todo
parece desechable y muchos pueden pensar que la historia
comienza con su nacimiento, y dividen la época en algo así
como antes del celular y después del celular (aludiendo a a.C
y d.C), pero, así y todo, la historia y la ciencia están juntas
para marcar nuestros pasos.
Dibujando el cosmos, José María Maza Sancho, Editorial
Planeta, Santiago de Chile, año 2021, 130 páginas. Disponible
en librerías.
Ya son
que forman parte de una
Nueva Educación Pública que
valora la diversidad de cada región.
Servicios Locales
los
11