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Revista de Educación •

Cultura

¿Desde cuándo

miramos el cielo?

El asombro es tan antiguo como el humano mismo. Los sumerios asimilaban los

movimientos astrales con rebaños de ovejas domésticas, mientras que el de las estrellas

con las ovejas salvajes; de modo que todo lo que sucedía en el cielo se re ejaba en

la Tierra. Y así como ellos, todos los pueblos y sus cientí cos se han dedicado a

escudriñar la bóveda celeste. Los egipcios la usaron para coordinar un calendario

compatible con las crecidas del Nilo y las labores de agricultura; los griegos también

la estudiaron y sus teorías y principios estuvieron vigentes hasta el Renacimiento; y

en la Edad Media, no solo Galileo Galilei prestó atención a este asunto, incluso hubo

un monje benedictino que buscaba poder calcular con exactitud la fecha correcta

de la Pascua. En nuestros tiempos, miles de cientí cos de distintas disciplinas siguen

empecinados en el apasionante y urgente estudio del espacio.

Astronomía

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Revista de Educación •

Cultura

Observatorio ALMA, Chile. Imagen: dominio público.

D

esde los primerísimos tiempos de la historia,

el ser humano ya contemplaba los cielos y le

aparecían ante sus ojos los cuerpos celestes

brillando en la noche y la variabilidad del medio

ambiente: lluvia, viento, frío, nevazones, sequías, y otros.

Es difícil imaginar qué sintieron y cómo se explicaron

los fenómenos naturales los primeros “homínidos”,

suponemos que se debatieron entre la curiosidad y el

miedo, porque no tenían ningún grado de conocimiento

sobre lo que hoy llamamos ciencia y astronomía.

De cualquier forma, para los habitantes de

la Edad de Piedra (12.000 al 5.000 a.C aprox.),

observar los cuerpos celestes en el cielo resultó

vital, pues pudieron captar que éstos se movían de

forma regular, es decir, los ciclos del Sol, de la Luna

y las estrellas se repetían con cierta regularidad.

Los estudiosos creen que la alternancia del

día y la noche por la presencia o ausencia del Sol

fue, probablemente, la primera unidad de tiempo

universalmente utilizada. Y también conocer el fenómeno

de las estaciones climáticas, se tornó un asunto

fundamental para la supervivencia de cualquier grupo

humano. Si se trataba de la caza, se volvía trascendental

predecir el instante en que se producía la migración

estacional de los animales que les servían de alimento

y, posteriormente, cuando nacieron los primeros