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Revista de Educación •
Política educativa
La XVI Región de Ñuble (capital: Chillán) es una de
las 16 regiones en que se divide administrativamente
Chile. Con una superficie total de 13.178,5 km² y
administrativamente constituida por 3 provincias y 21
comunas, posee una población de 480.609 habitantes.
¿En qué consiste el trabajo de la Unidad de Reducción de
Riesgo de Desastres en la Región de Ñuble?
Es un gran aporte, ya que de manera paulatina se está
tomando conciencia de la prevención para la reducción de
riesgos en los establecimientos educacionales, lo que ha
tomado fuerza debido a la pandemia de COVID-19. No
obstante, existe mucho por hacer, en cuanto a recursos
tangibles e intangibles que son primordiales al momento de
enfrentar una situación de crisis.
Actualmente en la Región de Ñuble, existe una articulación
constante con diferentes servicios que tienen como
propósito avanzar en la prevención, entre ellos: la ONEMI,
Salud, la Mesa Técnica Regional de Salud Mental, entre
otros. Además, hay una línea abierta con los sostenedores y
prevencionistas de riesgos de los distintos establecimientos
regionales, con la finalidad de avanzar o resolver dudas
o consultas, lo que incide directamente en los alumnos,
docentes, asistentes de la educación y la comunidad
educacional en general.
¿Cómo se integran las acciones entre la seguridad escolar
y la Unidad de Gestión de Riesgo?
Buscando instancias tangibles que ayuden o lleven a una
mejora continua tanto en materia de seguridad escolar
como en lo relativo a la Unidad de Gestión de Riesgo.
Tomamos todas las instancias que están al alcance para
traspasarlas a las comunidades educativas, por ejemplo,
apoyamos la gestión de comunicación de cursos sobre PISE
(Plan Integral de Seguridad Escolar) dictados por la ONEMI,
con la finalidad de aumentar la cantidad de docentes o
asistentes de la educación que participan. De esta manera,
Entre un volcán
activo y el deterioro
de la salud mental
Guillermo Enrique Gómez,
Coordinador de Emergencia URRD
(SEREMI de la Región de Ñuble)
los establecimientos educacionales pueden visualizar
espacios de mejora o actualización de aspectos que pueden
haber pasado por alto, además que es importante que se
revise y evalúe de forma periódica debido a los cambios
antropológicos y geológicos de cada sector o comunidad
escolar de cada comuna, región y país.
¿Alguna actividad que quisiera destacar?
Hemos realizado diversas coordinaciones, algunas internas
como acciones en jornadas del CPEIP y externas, con la
Mesa de Salud Mental, la que ha cobrado especial relevancia
por la pandemia, debido al deterioro de la salud mental de
la población en general, además de las restricciones que
provoca la circulación del virus de COVID-19.
Con la ONEMI estamos en comunicación constante debido
a varias situaciones que afectan a la Región de Ñuble, como
amenazas por incendios forestales en períodos estivales o la
situación del volcán Chillán que afecta a las comunas de San
Fabián y Pinto.
Hicimos simulacros abiertos a la comunidad antes de la
pandemia, visitamos establecimientos con riesgos de
afectación por tsunami, y cada vez que se requiere asistir
a un COE (Comité de Operaciones de Emergencia),
independiente del día y la hora, se asiste a fin de estar
atentos ante cualquier situación que pueda afectar algún
establecimiento educacional.
Además, con la Seremi de Salud desde marzo de 2020
hemos estado en constante comunicación para organizar
muestreos preventivos de COVID mediante PCR, ayudar
a convocatorias al curso Primeros Auxilios Psicológicos y
en 2020, a procesos de revisión de los establecimientos
educaciones para un retorno a clases seguro tanto para los
docentes, alumnos y asistentes de la educación. Incluso,
trabajamos en la coordinación del proceso de vacunación de
COVID-19 para los docentes y asistentes de la educación.