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Revista de Educación •
Conversando a fondo
Todavía tengo patente el recuerdo de algunas
personas que fueron relevantes para mí esos años, por
ejemplo, una jefe técnico que iba a observar mi clase.
También me tocó mirar el trabajo en aula de algunas
profesoras del establecimiento y ahí es cuando uno va
haciendo carne, por así decirlo, lo que aprendió en la
universidad. Por lo tanto, mi trabajo fue modelado en base
a personas más expertas, directivos o buenos profesores,
que me iluminaron bastante para corregir ciertas cosas que
yo todavía no tenía tan incorporadas.
Hice clases de 1° a 6° básico, me encantó hacer en
1° básico porque pude crear un espacio de encuentro con
los niños a través del dibujo. Muchas veces agarraba la tiza
y comenzaba a dibujar, de a poquito se iba haciendo un
silencio en la sala porque para los niños era muy atractivo
el dibujo. Fue muy emocionante.
¿Cómo fue para Ud. transitar de ser profesora de
educación básica por tantos años a ser directora del
CPEIP?
Una vez que gané ciertos años de experiencia,
empecé a tomar cargos de liderazgo técnico pedagógico.
Lo que me interesaba era estar en la sala, observar las
clases y dar un feedback o retroalimentación: “esto está
bien logrado”, “esto se podría mejorar”, etc.
Me di cuenta que ése era un espacio desde el que me
quería desarrollar, dado que tenía facilidades para apoyar
a otros docentes, pero me faltaba conocer bien el mundo
público. Entonces comencé a trabajar en fundaciones y así
entré en contacto con colegios municipales, con escuelas
críticas. Desde el rol de asesora externa, pude acercarme a
estos colegios y conocerlos muy bien desde dentro.
Por otro lado, siempre sentí que tenía una deuda
intelectual con mi carrera y finalmente decidí hacer
un Máster en Psicología Educacional en la Pontifica
Universidad Católica. La tesis la hice en desarrollo
profesional docente, porque a esas alturas el proceso de
cómo aprende un profesor o profesora en ejercicio, cómo
transfiere los nuevos conocimientos a su práctica de aula,
era lo que más me atraía.
Posteriormente, me contactaron de la Universidad
Diego Portales y allí trabajé 10 años formando el Centro
de Desarrollo Profesional Docente, que para mí era un
sueño. Coincidió con la época en que la ley SEP otorgaba
recursos para el desarrollo profesional, por lo que era algo
que se estaba instalando en el sistema. Apoyé a distintas
escuelas, desde la lógica de la formación continua con
cursos, asesorías y postgrados para profesores. Y después
estuve a cargo de la dirección de postgrado de la misma
universidad, hasta venirme al CPEIP.
“LA CALIDAD HOY DÍA SE ASOCIA AL DESEMPEÑO Y
A LA INCLUSIÓN”
En varias entrevistas y ponencias, Ud. ha hecho referencia
al término “calidad docente”. ¿Qué entendemos hoy por
calidad docente? ¿Es acaso distinta a la que existía antes?
Es un concepto que cambia, a lo mejor en el siglo
pasado la calidad docente se entendía desde la disciplina
y el rigor. Sin embargo, dado que tiene que ver con lo que
las sociedades valoran y persiguen, no es algo fijo.
Entonces, ¿qué se valora hoy?, ¿cómo entendemos la
calidad docente hoy? Esto tiene que ver con la capacidad
de generar aprendizajes en otros. Hoy día se entiende que
el buen profesor es el que logra aprendizajes de calidad
en sus estudiantes a través del desarrollo de habilidades y
además, un componente importante, lo logra con “todos”
sus estudiantes. Eso también es un cambio sustancial,
pues el desafío es que todos aprendan. En ese sentido, la
calidad tiene un componente de inclusión, de manejo de
la diversidad, que es nuevo.
Por lo tanto, diría que la calidad hoy día se asocia
al desempeño, qué es lo que hace el profesor dentro
de la sala de clases en pos de la generación de mejores
aprendizajes. Esto involucra todo lo que se asocia con
el desarrollo de la cognición, del pensamiento, y está
orientado al conjunto de los estudiantes.
El CPEIP es una institución con una larga trayectoria,
¿cuáles son sus principales tareas y en qué medida son
un apoyo para los docentes?
En efecto, tiene una larga data y ha ido cambiando
sus ejes de acción, pues tiene que ver con las políticas
docentes que se van instalando a través del tiempo. Hoy
día está abocado principalmente a la implementación
de la Ley N° 20.903 que creó el Sistema de Desarrollo
Profesional Docente el año 2016; el ejecutor por
excelencia de esa normativa es el CPEIP.
Tiene como foco dos componentes esenciales que van
a la par:
1. El formativo,
que consiste en brindar apoyos a los
profesores, tanto a quienes están en formación como a los
que están en ejercicio o son nóveles. Aquí entra toda la
línea de cursos, pero no solamente desde un espacio más
formal, de tipo formación continua, sino desde la mirada
del aprendizaje profesional, donde se aprende en contexto
y entre pares.
2. El evaluativo,
pues nosotros hacemos las pruebas
que tienen que rendir los egresados de todas las carreras
de pedagogía del país y también estamos a cargo de la
Evaluación Docente y del Sistema de Reconocimiento, que
permite la progresión en la Carrera Docente.