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Revista de Educación •
Tendencias
En el caso de los
adolescentes, para
enseñarles las
habilidades SEL es
útil utilizar libros
que se enfocan en
jóvenes de su misma
edad, y motivarlos a
aportar en discusiones
acerca del mundo real.
“Ésas son excelentes
oportunidades para
que practiquen la
empatía”, aseguró
Stephanie Jones.
ciencias u otra asignatura. Pero aquí hay algo que destacar:
“el tipo de actividad tiene que ser comprometedora, los
niños tienen que sentirse emocionados e interesados, y
para ello hay que abordar temas que a ellos les interesan.
A los más pequeños les encanta hablar de su cerebro, de
sus emociones y de sus interacciones con otras personas
en el mundo”.
3. Relaciones conectadas, recíprocas y solidarias.
Esto
dice relación con las interacciones entre los adultos y los
niños, de los adultos entre sí y entre los mismos niños.
Dichas interacciones son fundamentales para generar un
ambiente seguro y cómodo y también asegurar la calidad
de la enseñanza e instrucción.
“Un niño podría estar experimentando instrucción de alta
calidad en los campos sociales y emocionales, en su sala de
clases, con su profesor, pero si no experimenta un escenario
donde se sienta seguro y con sentido de pertenencia,
entonces estas lecciones no van a llegar al punto que
queremos, solo van a llegar hasta cierto punto, no van a
impulsar estas habilidades claves. Y este escenario seguro,
que les permite sentir pertenencia a los niños, tampoco va
a funcionar sin la creación de habilidades y el apoyo que se
tiene que entregar, por lo tanto, van en conjunto y cuando
ambas están implementadas vemos que hay relaciones
conectadas y que son recíprocas (…) Esta es realmente
la base del trabajo del aprendizaje socioemocional, crear
relaciones de alta calidad que están conectadas, entre los
estudiantes y los adultos”, explicó Jones.