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Revista de Educación •
Tendencias
temas interesantes, sobre los cuales no hay una respuesta
correcta”, señala Snow.
En
EE.UU., en las escuelas públicas de Boston, existe el
programa WordGen Weekly, que construye las habilidades
de razonamiento y argumentación que son necesarias para
el aprendizaje en todas las áreas de contenido. Trabaja la
comprensión de lectura por área de contenido al entregarle
a los estudiantes textos motivadores y oportunidades para el
debate, además de impulsarlos a redactar un ensayo todas
las semanas.
“Éste es uno de los programas en que he participado,
mi aporte ha sido la generación de palabras para
educación básica, allí hay cuatro años de material curricular
y recursos que fomentan la lectura y las discusiones diarias.
Con los adolescentes, la generación de palabras también
tiene muchos resultados (…) Básicamente, empezamos
como un programa de vocabulario, que seguía todas
las buenas reglas de cómo enseñar nuevo vocabulario,
en este caso vocabulario académico, en niños entre 12
y 15 años. Pero, ¿cómo podemos lograr que un niño de
14 años utilice palabras como mediar o diseñar? Eso es
un desafío. Entonces, lo que diseñamos nosotros fue
introducir dilemas: ¿Debería el gobierno imponer un año
obligatorio de servicio después de la enseñanza media?,
¿Deberían los colegios proteger a niños y niñas del
ciberacoso o es responsabilidad de los padres? ¿Debería
ser regulado el consumo de grasas trans en los alimentos?
¿Deberían los colegios exigir un promedio de notas
mínimo para la participación en equipos deportivos? Son
temas que se pueden discutir y los alumnos pueden tener
una posición al respecto”.
Se realizaron planificaciones de clase para que
las nuevas palabras fuesen trabajadas en las distintas
asignaturas, siempre fomentando debates.
El resultado: se activó el punto máximo de aprendizaje
de los alumnos. “Ellos se sentían más vivos, usaban mucho
mejor las palabras y estaban genuinamente interesados,
querían utilizar las palabras correctas para expresar lo que
ellos sentían. En un período de 24 semanas, mejoraron
su vocabulario y sus habilidades de escritura. Y nos dimos
cuenta que lo que lanzamos como un programa de
vocabulario, era mucho más que eso. Era un apoyo para
el razonamiento, la argumentación y la comprensión de
lectura”, concluye Snow.
Más información:
Word Generation: serp.link/
National Research Council. 1998. Preventing Reading
Difficulties in Young Children. Washington, DC: The
National Academies Press.
doi.org/10.17226/6023¿Qué es el debate?
La auténtica discusión de textos, de preguntas
que motivan el uso de textos y de temas
centrales de las matemáticas, las ciencias y
los estudios sociales, así como de la literatura,
ha sido identificada recurrentemente como
predictor del buen desempeño de un
estudiante (Applebee, Langer, Nystrand y
Gamoran, 2003; Murphy, Wilkinson, Soter,
Hennessey y Alexander, 2009).
Tales discusiones constituyen oportunidades
para que los alumnos recurran a sus propias
fuentes de conocimiento, interroguen
y aclaren sus propios razonamientos y
opiniones, y aprendan al escuchar mientras
otros compañeros hacen público su
pensamiento.
Fuente: Catherine Snow y Catherine
O´Connor. Close Reading and Far-
Reaching Classroom Discussion: Fostering
a Vital Connection. En: https://www.
literacyworldwide.org/docs/default-source/where-we-stand/close-reading-policy-brief.pdf
Foto: Gentileza Escuela de Lenguaje
Kimkumtun de San Bernardo.




