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Revista de Educación •
Zona pedagógica
instrumentos de percusión, posiblemente el próximo año la
escuela pueda adquirir algunos. Esto nos permitiría ofrecer
más cupos a la comunidad”.
Explica que cuentan con un equipo de profesores es-
pecialistas en sus instrumentos, lo que es fundamental para
asegurar por lo menos, una buena técnica y una correcta
aproximación al instrumento. “En coordinación con el equipo,
vamos resolviendo la línea pedagógica y musical de ense-
ñanza, la que irá guiando el qué enseñar, cómo enseñarlo y el
qué tocar y cómo abordarlo. Es un trabajo colaborativo. Sería
muy difícil levantar un proyecto de orquesta infantil o juvenil,
con cada profesor haciendo sus clases alejado de la realidad o
nivel de la agrupación musical, todo debe ser coordinado con
el director de la orquesta y el resto del equipo. Por lo mismo,
estamos en constantes conversaciones para trabajar y avanzar
en coherencia con todo”.
Cada docente tiene una cantidad diferente de estudian-
tes, a quienes les imparten clases personalizadas, agrega Cé-
sar. “Las sesiones, al ser uno a uno, permiten que los profeso-
res lleven un proceso único con cada chico. Todos progresan
en sus instrumentos de manera distinta, he ahí la habilidad de
los profesionales para conseguir que el proceso de enseñan-
za-aprendizaje sea consistente y significativo”.
La modalidad consiste en que los estudiantes son reti-
rados de sus salas de clases, en diferentes ramos, tienen su
lección individual, y luego retornan al aula para seguir con
sus ramos. Esto demuestra dos asuntos muy relevantes, en
opinión del docente: la responsabilidad que recae sobre el
estudiante que integra la orquesta, pues hay un compromi-
so y ahora se debe “cumplir” en otra área más, sin bajar su
rendimiento académico; y el compromiso con el proyecto de
la Dirección de la escuela, los profesores y las familias. “Sería
lógico pensar que un niño que es retirado de sus clases, una
vez por semana, baje sus calificaciones, sin embargo, el apoyo
tras este proceso es fundamental, basado en la confianza recí-
proca, de la escuela con las familias y viceversa. Únicamente,
los ensayos de orquesta son después del horario de escuela,
debido a que tienen que estar todos los integrantes”.
ENSAYOS A TODO EVENTO
Durante la pandemia, los ensayos no han sido dejados
de lado. “A pesar de que nadie estaba preparado para esto,
rápidamente nos pudimos adaptar con el equipo de profeso-
res y realizamos varias modalidades de trabajo online”, cuenta
César Baeza.
Por ejemplo: clases de teoría, espacio en el que los alum-
nos aprenden y comprenden cómo funciona la música, sus
componentes, conceptos y más; y clases parciales, que han
reemplazado los ensayos de orquesta presenciales. Respecto
de estas últimas, explica que “a través de la plataforma Zoom
Pro, he creado grupos por familias de instrumentos y así voy
visitando las distintas salas, revisando a cada uno, sus avances
y dando instrucciones generales e individuales”.
A la vez, se ha preocupado de organizar reuniones de
apoderados y estudiantes para reforzar el compromiso con
las familias; y de dar asistencia a domicilio. Él mismo acude
a resolver diversos problemas técnicos a las casas de los
estudiantes, siempre, con los cuidados y precauciones ne-
cesarias. “He afinado y realizado ajustes a los instrumentos
de los niños. También he llevado diferentes instrumentos a
sus casas, repuestos de cuerdas y he entregado partituras y
accesorios”, concluye.
Entrevista completa al director de orquesta, César
Baeza, en:
www.revistadeeducacion.cl“A pesar de que nadie estaba preparado para
esto (la suspensión de clases por la pandemia),
rápidamente nos pudimos adaptar con el equipo
de profesores y realizamos varias modalidades
de trabajo online [...] he creado grupos por
familias de instrumentos y así voy visitando las
distintas salas, revisando a cada uno y dando
instrucciones generales e individuales”.
César Baeza Morales, director de la Orquesta del CEMLAP.




