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Revista de Educación •
Protagonistas
REFORZAMIENTO PRESENCIAL EN SAN FRANCISCO
DE MOSTAZAL
Para Mirta Tapia Romero la educación ha sido parte de su
vida por 41 años. Se inició como profesora básica y luego se
especializó como educadora diferencial. El año 2007 dejó las
aulas para asumir la dirección de la Escuela María Alicia Pon-
ce, ubicada en San Francisco de Mostazal.
Frente a la suspensión de clases presenciales, al igual
que otros establecimientos, crearon guías de apoyo educati-
vo para desarrollar habilidades cognitivas. Y posteriormente,
fue el turno de las clases de forma remota a través de
Zoom
o
Meet
.
Para eso los profesores se llevaron las pizarras y todo
el material necesario para sus casas, de manera de crear un
aula. “Gracias a eso hemos tenido un 90% de asistencia a
nuestras clases a distancia”, comenta Mirta.
La directora ideó un plan de reforzamiento presencial
para los niños y niñas que no tienen acceso a internet o que
se han quedado atrás en alguna materia. Éste consiste en cla-
ses presenciales una vez a la semana en el establecimiento,
donde los estudiantes son llevados por furgones acondicio-
nados especialmente para su traslado de ida y vuelta.
“Todo el trabajo que hemos elaborado nos ha traído ex-
celentes resultados, pues durante este año nuestros alumnos
han seguido recibiendo sus clases y los docentes, a pesar de
toda la carga extralaboral no han tenido licencias ni cuadros
de estrés”, cuenta la directora.
EL GIMNASIO EN CASA
El trabajo del profesor de Educación Física, Daniel Pérez,
de la Escuela Básica Arturo Prat Chacón de Viña del Mar fue
particularmente complejo, porque solo con guías y trabajos
virtuales no iba a conseguir cumplir con todo el currículo prio-
rizado. Por esto, decidió llevar el gimnasio a los hogares de
cada niño y niña de 5º a 8º básico.
Hizo sus clases por la aplicación
Zoom
, para llegar a la
mayor cantidad de alumnos, y así motivarlos y reencantarlos
con la educación física.
“Les pedí a mis estudiantes que recolectaran elementos
que tenían en su casa para ejercitarnos. Así fue como una esco-
ba, silla, botellas, paquetes de arroz o harina serían parte fun-
damental de nuestras rutinas de ejercicios”, comenta Daniel.
Las clases interactivas a distancia han resultado un gran
aporte tanto para los jóvenes como para sus familias, pues ha
ayudado a disminuir el sedentarismo y el sobrepeso, porque
los adolescentes ya tienen incorporada la rutina.
También ha potenciado el trabajo en equipo y la comuni-
cación en el hogar, ya que los padres y hermanos de los estu-
diantes se han sumado a las rutinas como una forma de apoyo
y trabajo familiar, durante todo el período de la cuarentena.
Mirta Tapia Romero, directora de la Escuela María Alicia Ponce,
en San Francisco de Mostazal.
Daniel Pérez, docente de la Escuela Básica Arturo Prat Chacón,
de Viña del Mar.




