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PROTAGONISTAS
Revista de Educación Nº 388
E
l día en la isla comienza con
28° grados, pero la sensación
térmica decía lo contrario. A 3.700
kilómetros de Chile continental,
el tiempo parece detenerse ante los
hermosos paisajes, la calma y el mar que
lo rodea todo.
El liceo municipal donde actualmente
trabajan estos docentes, se ubica a 15
minutos en auto desde el centro. Cabe
señalar, que la isla no cuenta con ningún
tipo de transporte público, por lo que es
necesario ingeniárselas para llegar hasta
el colegio.
Dentro de las 15 hectáreas del liceo se
ubican: un gimnasio equipado conmáquinas
de ejercicios, un CRA (Centro de Recursos
para el Aprendizaje), amplios comedores
para los alumnos, huertos, un sector para
la apicultura de donde extraen la miel
más pura de la isla y también un pequeño
cementerio que se ha convertido en un
punto turístico, porque antes existía allí
un leprosario.
Por otro parte, las aulas son réplicas de
la Aldea Ceremonial de Orongo, donde se
hacían competencias del “tangata-manu”
(hombre pájaro). Dicho lugar se emplaza
hoy en la cima del volcán Rano Kau.
DEL CONTINENTE
A LA POLINESIA
Marta Ibarra y Claudio Jara son muy
cercanos a sus alumnos, cariño que se
traspasa a la educación que ellos entregan
a diario en el liceo, donde un 80% de los
estudiantes pertenecen a la etnia Rapa Nui
y un 20% son continentales.
Con una amplia sonrisa, inicia la
conversación la profesora Marta Ibarra,
de 33 años. Ella estudió Agronomía en la
Universidad de la Frontera en Temuco y por
circunstancias de la vida, llegó a trabajar
desde San Fernando a la isla junto a su
marido. De eso ya han pasado dos años.
“Trabajar en la isla ha sido una gran
experiencia de aprendizaje para mí, porque
acá la cultura se vive al 100%, entonces
a los niños y adolescentes tenemos
que potenciarlos en variadas áreas y no
solamente en lo académico”, cuenta Ibarra.
Su par en la codocencia o enseñanza
colaborativa es el profesor dematemáticas
y estadísticas, Claudio Jara, de 33 años.
Emigró desde Santiago Centro para vivir
en la isla el año 2011. Ambos trabajan
colaborativamente como dupla desde el
año pasado.
“Yo comparto la visión del liceo y me gusta
trabajar aquí, la relación que tenemos
tanto con los estudiantes como con los
apoderados es cercana, porque el enfoque
de los niños de la isla es distinto al de los
niños del continente. En la cultura Rapa
Nui no existe el doble sentido, ni tampoco
tienen el concepto de ‘éxito’ tan arraigado
como en el continente. Eso acá los
adolescentes lo consiguen a su manera y
sin dejar la isla”, comenta el docente.
“TRABAJAR EN LA ISLA HA SIDO UNA
GRAN EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE
PARA MÍ, PORQUE ACÁ LA CULTURA
SE VIVE AL 100%, ENTONCES A LOS
NIÑOS Y ADOLESCENTES TENEMOS QUE
POTENCIARLOS EN VARIADAS ÁREAS Y
NO SOLAMENTE EN LO ACADÉMICO”.
Marta Ibarra, docente del Liceo Aldea Educativa Rapa Nui.