

Revista de Educación Nº 382
Además, tal como ha dicho en otras
ocasiones Amanda Céspedes, hay
que recordar que “la producción de
mielina en menores de cinco años
es determinante en su inteligencia”.
La mielina es una sustancia que aísla
cada nervio en el cerebro y la médula
espinal como una funda de plástico
alrededor de un cable, y permite que
los impulsos eléctricos se transmitan
de manera rápida y eficiente a lo largo
de las neuronas. Tanto los padres como
los educadores pueden contribuir a
incrementarla, preocupándose de la
alimentación de sus hijos y dándoles
la posibilidad de tener diversas
experiencias motoras y sensoriales:
visuales (formas, colores), auditivas
(melodías de canciones y rondas),
etc. “Un niño que crece escuchando
melodías, canciones y rondas va a ser
dos veces más inteligente que el que
no las escuchó o escuchó otra música”.
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AMBIENTES QUE FAVORECEN
EL PRIMER LENGUAJE
Malva Villalón, doctora en psicología,
sostiene que un componente infaltable
en una Educación Inicial de calidad son
las interacciones cotidianas que los
adultos establecen con los niños a su
cargo, en el contexto familiar y en los
centros educativos: “Estas interacciones
deben atender a todas las dimensiones
del desarrollo de una manera integrada,
lo que incluye, entre otras, capacidades
cogn i t i va s como l a a tenc i ón , l a
comprensión y la memoria, capacidades
sociales y emocionales como la
capacidad de establecer relaciones
de confianza y colaboración con otros,
basadas en la empatía, la comprensión
y regulación de las emociones propias y
de otros. El desarrollo de las habilidades
lingüísticas aporta el instrumento
de representación, comunicación
TENDENCIAS
Foto: Gentileza banco de fotos JUNJI.