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hay un conjunto de otras universidades de

alta vocación pública dentro y fuera del

CRUCH. No todo lo vamos a poder resolver

ahora, pero queremos claramente hacer

una distinción en esta materia.

En esta ley también hay un reconocimiento

a lo que ha sido el aporte del Consejo de

Rectores, que no solo es histórico, sino que

hasta el día de hoy cumple una función

relevante.

2.2

El segundo, el que pone fin al Crédito

con Aval del Estado (CAE), que enviaremos

en el segundo semestre al Congreso. El

CAE será una mala palabra, ya lo es. Pero

ahora no podemos dejar a los alumnos que

no acceden a Gratuidad sin una fórmula

para contar con recursos y así financiar

su educación.

Sabemos de las universidades que

rápidamente se pusieron a disposición

para entrar en la Gratuidad. Esto es un

sacrificio para las universidades, a unas

se les compensa más que a otras, pero es

un sacrificio porque hay una diferencia de

recursos entre el arancel que cobraban y el

arancel regulado por el cual se les paga por

cada alumno. Estamos trabajando en eso,

seguiremos trabajando, para que ninguna

universidad deba retirarse o salirse de la

Gratuidad porque no puede alcanzar esas

bases. Eso lo sabe la Universidad Alberto

Hurtado, entre otras, existe este peldaño

y queremos resolverlo porque no es bueno

para las universidades, ni para la Gratuidad

ni para el Estado.

Estamos en el 5º decil. Quiero decir que

avanzar al 6º, 7º, 8º, 9º y 10º decil, que es

el deseo y el compromiso de la Presidenta

de la República, quedará establecido en la

ley a partir de gatillo. No se puede decir

en cuatro años más, en cinco, en seis. De

aquí para adelante todo implicará muchos

recursos, muchísimos recursos, más que

llegar hasta el 5º decil, porque son más

alumnos del 6º, 7º, 8º, 9º y 10º decil. Por

lo tanto será el país, estará establecido en

la ley, quien definirá en qué minuto se van

gatillando los otros deciles para así avanzar.

Cuando la gente dice: “sabe que más, ¿por

qué le vamos a financiar la educación a los

ricos?” Perdóneme, peroestar en8ºdecil en

este país y tener tres hijos en la universidad,

le juro que no es ser rico. Es ser alguien que

igual se va a tener que endeudar. O sea, los

realmente ricos de este país son el 10%del

10%. Todos los demás son sectoresmedios,

que dependiendo cómo les va bajan al 9º

decil, etc. Nadie nunca ha reclamado por

las becas de postgrado que reciben losmás

ricos de este país y que se van a estudiar

afuera. Bien por ellos.

¿Alguna contribución que de-

searía destacar en el contexto

de esta cuenta pública?

El inmenso esfuerzo de Mario Hamuy,

en Conicyt (Comisión Nacional de

Investigación Científica y Tecnológica).

No solo en términos de las becas, también

por haber trabajado y formulado la ley

que dará lugar al nuevo Ministerio de

Ciencia y Tecnología. Sabemos que no ha

sido una tarea fácil.

Se han regularizado los casos de muchos

becarios que volvían al país y quedaban

en una situación absolutamente irregular.

Y por otra parte, da gusto ver a las nuevas

universidades de O'Higgins y de Aysén

contratando doctores. Necesitamos que

nuestras universidades regionales, todas

las universidades, abran espacio a alumnos

que van a formarse afuera y que pueden

hacer una gran contribución al país. Si no

tenemos ese vínculo: Conicyt – becas –

becarios que retornan – universidades, la

verdad es que va a ser difícil.

Esperamos que lo que vamos a tener

en educación superior, que es la Red de

Universidades del Estado, y el Consejo

de Rectores como tal, sean temas que

podamos enfrentar maduramente para

ver cuáles con las carreras que el país va

necesitando. No se trata de inspirarnos

en la sociedad soviética de planificación

centralizada, pero sí podemos claramente

decir: “Faltan ingenieros ambientales o

sobran tales o cuales”. Y el Estado tiene

el derecho de pedir a sus universidades:

“Necesito biólogos marinos o técnicos

capaces de buscar fórmulas para

desalinizar el mar”. Es decir, un mundo

más integrado y no clientes.

“Si bien los frutos

de la Reforma y los

cambios se van a ver

en el mediano y largo

plazo, creo que ya

hemos podido tocar

con la mano algunos

de esos cambios: dos

universidades nuevas,

la de O'Higgins y la de

Aysén, están en pleno

desarrollo. Tenemos

la Gratuidad, vamos a

llegar a 230 o 240 mil

alumnos beneficiados.

Esa es una masa crítica

que nadie puede volver

atrás. Costó, muchos no

creyeron, pero ahí está”.

20

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CONVERSANDO CON

REVISTA REVEDUC

MINISTERIO DE EDUCACIÓN

Nº 380 /2017