

Revista de Educación Nº 375
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TENDENCIAS
APLICACIONES EN EL
ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA
Gardner sostiene dos afirmaciones
científicas en relación con la Teoría de
las Inteligencias Múltiples que vale la
pena destacar. La primera es que “todos”
tenemos estas inteligencias a las que él
alude y eso es lo que nos hace humanos.
“Somos la única especie que tiene entre
8 y 10 inteligencias diferentes”, afirma. Y
la segunda es que nunca dos personas, ni
siquiera los gemelos, tienen exactamente
el mismo perfil de inteligencia.
Pero, ¿cómo se puede trasladar esta teoría
a la sala de clase? El experto explica que
su planteamiento es “acerca de cómo la
mente está organizada en términos de
una serie de capacidades por separado,
como la comprensión del lenguaje, ser
capaz de relacionarse con otras personas,
encontrar un camino en medio de un
territorio desconocido y varias otras, lo
que he llamado “inteligencias múltiples”.
A partir de ahí, se pueden extraer muchas
implicaciones educativas y así ha ocurrido”.
Los dos principales postulados a nivel
educativo son los siguientes:
1) Individualizar la enseñanza, el
aprendizaje y la evaluación lo más
posible.
“No es necesario entregarles toda
la información a los alumnos, para eso está
google. Como educadores, debemos decidir
cuáles son las ideas más importantes
que queremos transmitirles y en eso nos
tenemos que enfocar, teniendo presente
que cada uno de ellos es diferente y
aprende demanera diferente. Individualizar
significa saber lo más posible acerca de
cada alumno, enseñarle de maneras que
sean efectivas y dejarle que muestre su
conocimiento y comprensión de un modo
eficaz. En otras palabras, hay que enseñarle
a cada niño o niña de manera que entienda
y pueda aprender, y evaluarlo de tal forma
que él o ella pueda mostrar lo que ha
aprendido”.
Obviamente, esto es más fácil hacerlo
con 5 o 10 estudiantes, que con 30 o 40.
Sin embargo, “uno puede crear grupos de
estudiantes que tienen perfiles similares
de inteligencia, o diferentes perfiles de
inteligencia, y pedirles que resuelvan
problemas juntos. O solicitar la colaboración
de estudiantes de cursos superiores, padres
u otros adultos que puedan ayudar a los
estudiantes a aprender de maneras que
sean efectivas. Es mejor enseñar y evaluar
en dos o tres formas, en lugar de enseñar
obstinadamente de una sola”.
2) Pluralizar los contenidos que se
entregan a los alumnos.
“La capacidad
de presentar la información de diversas
maneras a nuestros alumnos para activar
más de un tipo de inteligencia es el desafío
que tienen hoy los docentes. A eso lo llamo
‘pluralizar’ la información”.
“Todas las ideas que valen la pena ser
enseñadas pueden ser presentadas de
varias maneras. En relación a un tema, se
puede hablar acerca de su importancia,
crear evidencia o demostraciones lógicas,
aprovechar las habilidades artísticas de
los alumnos, hacer actividades manuales
o trabajo en equipo”, explica.
“Si se presentan las ideas en más de una
forma, se puede llegar a más estudiantes,
porque algunos aprenden mejor de una
manera y otros de otra. Además, al utilizar
distintas estrategias de enseñanza, el
profesor demuestra si entiende bien la
materia”, agrega.
Por ejemplo, en matemática la idea de
proporción (la relación entre 1 y 3 o 5 y
15 o un cuadrado que tiene un tercio de la
superficie de otro cuadrado) es “un concepto
que puede ser explorado numéricamente,
pero también al analizar estructuras de
edificios, observar reacciones químicas,
cocinar con diferentes ingredientes (al usar
vinagre con aceite en la preparación de
una ensalada), mezclar colores, examinar
patrones de votación o reproducir música
con un cierto ritmo”, señala el profesor.
Su recomendación a un profesor/a que va
a enseñar este tema es clara: “Tenga en
cuenta que si entiende bien la proporción,
es fácil pensar en ejemplos de pensamiento
proporcional y entenderlos a través de
muchas experiencias distintas. Si cree que
S
us investigaciones en el ámbito de
las capacidades cognitivas lo llevó
a formular 33 años atrás la “Teoría
de las Inteligencias Múltiples”, área
sobre la cual ha seguido investigando y
que lo hizo acreedor al Premio Príncipe de
Asturias de Ciencias Sociales en 2011.
Su teoría plantea que el ser humano no
registra en el cerebro una sola inteligencia,
sino que siete, que son las siguientes:
lingüística (lectores y escritores),
lógico-matemática (ingenieros), visual y
espacial (jugadores de ajedrez, cirujanos,
navegantes, pilotos de avión), musical
(cantantes o personas capaces de ejecutar
un instrumento), corporal cinestésica
(gimnastas), interpersonal o social (líderes
de opinión) e intrapersonal (relacionada con
la capacidad de un sujeto para conocerse
a sí mismo: sus reacciones, emociones y
vida interior, sus fortalezas y limitaciones).
A estas inteligencias iniciales, a mediados
de los 90 añadió una octava: la inteligencia
naturalista o de facilidad de comunicación
con la naturaleza, que consiste en el
entendimiento del entorno natural y la
observación científica de los fenómenos
naturales. Aquí encontramos a profesionales
como los biólogos, astrónomos o geólogos.
En el marco del III Congreso de Educación
“Desarrollando las Mentes del Futuro”,
organizado por Seminarium Certificación,
sostuvo que hay dos candidatas a nuevas
inteligencias: la existencialista y la
pedagógica. En entrevista con Revista de
Educación, señala que la primera –a la
que ya había hecho alusión en su libro “La
Inteligencia reformulada: las inteligencias
múltiples en el siglo XXI” (Ed. Paidos,
Barcelona, 2007)- consiste en “la capacidad
de hacerse las ‘grandes preguntas’: qué es
el amor, la rabia, qué sucederá en el futuro,
qué es la muerte, etc. Estas interrogantes
acerca de temas que son demasiado
grandes o pequeños para ser percibidos
son preguntas filosóficas”, asegura.
En cambio, agrega, “la inteligencia
pedagógica es la facultad de enseñar
conductas y habilidades a otra persona. Dos
individuos pueden ser igualmente buenos
para, por ejemplo, jugar fútbol o tocar la
flauta, pero solo uno de ellos es capaz de
enseñar esa habilidad a otros. Los niños
ya a la edad de dos o tres años tienen la
capacidad de enseñar a otros niños lo que
han aprendido”.