

Según el reciente Informe “El Futuro del Empleo
2020”, del Foro Económico Mundial, los trabajos
que están siendo más demandados a nivel mundial
son los siguientes: analistas de datos; especialistas
en Inteligencia Artificial y aprendizaje automático;
especialistas en Big Data; especialistas en estrategia y
marketing digital; especialistas en automatización de
procesos; profesionales de desarrollo de negocios;
especialistas en transformación digital; analistas
de seguridad de la información; desarrolladores de
software y aplicaciones; y especialistas en Internet.
El surgimiento de estas tareas tan específicas refleja
la aceleración de la automatización, así como el
resurgimiento de los riesgos de ciberseguridad.
Además, el informe menciona un conjunto de
funciones emergentes dentro de industrias
específicas, cuya naturaleza muestra una trayectoria
hacia áreas de innovación y crecimiento en múltiples
industrias. Y, en resumen, una necesidad urgente
de que la población aprenda desde su educación
escolar la programación para luego incorporarla a
nivel profesional y no quedar fuera del circuito de la
comunicación tecnológica que ya está primando en
todo el mundo.
El escenario internacional
En España, el Presidente Pedro Sánchez anunció
la creación del Programa Código Escuela 4.0,
una iniciativa para desarrollar las competencias
digitales de los escolares españoles con un
enfoque en el pensamiento computacional, la
programación y la robótica. Una de las medidas
del programa es la incorporación en las aulas de
auxiliares de programación, que podrían ser, por
ejemplo, ingenieros que ayudarán a los docentes
a implementar la robótica, la programación y el
pensamiento computacional en sus clases.
El problema, dice el académico español Francisco
Vico, es que encontrar un informático es difícil. “Las
empresas tienen dificultades para encontrar personal
formado. Esta es una profesión muy especial. A
diferencia de un albañil o un arquitecto, que trabaja
en un sitio determinado haciendo una casa, en este
caso no es necesario desplazarse a otro país para
que el talento se fugue. Una persona puede trabajar
desde España o Santiago para una empresa japonesa
o canadiense y eso plantea una disyuntiva: cómo
retener ese conocimiento y talento que se puede ir
tan fácil. Basta con publicar un perfil en una página
para que alguien lo contrate. Entonces, la situación
está en que no tenemos suficiente gente formada
para la demanda que existe actualmente”, dice.
“Va a ser complicado que en España los colegios
se nutran de personal informático. Y, por otra parte,
no basta con personal informático, hay que saber
enseñar, hay que tener unas mínimas nociones
pedagógicas para transmitir ese conocimiento,
porque sino sería incluso contraproducente. Por lo
tanto, ¿dónde vamos a encontrar a esas personas? Lo
que pienso es que, de alguna manera, al final vamos a
acabar reconociendo que quien tiene que enseñar a
programar son los ordenadores”, agrega Vico.
Sí, leyó bien, los ordenadores o computadores.
“Cuando una persona quiere aprender un idioma,
¿qué hace? Se va al país donde se habla ese idioma.
Y si de lo que se trata es de hablar con un ordenador,
lo único que hace falta es una interfaz, es decir, un
programa, que sepa guiar al usuario a través de los
conceptos computacionales. Pero al final quien habla
el lenguaje es el ordenador. Y el papel del docente
aquí sería evidentemente el de orientador. Él o ella
lleva una guía didáctica, controla el progreso del
alumnado, motiva, pero la figura del ordenador me
parece ineludible”, explica el experto.
Y en esa línea, ¿de qué herramientas disponemos?
Existen muchas opciones gratuitas, otras que no lo
son. Lo importante, asegura Vico, es que sean de fácil
implementación en el aula y cuenten con material
complementario, como guías didácticas, diccionarios,
material audiovisual, en fin, herramientas que
empoderen al profesorado y le permitan dar las
clases en mejores condiciones. En ese contexto,
menciona a
“Toolbox.Academy”
, una herramienta
gratuita que cualquier docente puede tener a su
disposición para usar con sus estudiantes.
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