

Y agrega: “Para que este proyecto sea experimental y
de educación pública pura, hay que darle autonomía
al establecimiento. Los colegios públicos deberían
tener una muy buena autonomía para concebir sus
propios proyectos educativos y que así sean los
verdaderos protagonistas. Eso está consagrado en el
artículo 4 de la Ley que crea el Sistema de Educación
Pública (Ley 21.040). Entonces, debiéramos apoyar y
respetar aquello generado por la propia comunidad.
Ese es uno de los aspectos que la experimentalidad
tiene que trabajar”.
También se elaboró un plan de trabajo en conjunto
con la Municipalidad de Pudahuel, a efectos de
acercar a la comunidad al Parque Carén y coordinar
los diagnósticos y el proceso participativo. “Hemos
estado muy activos en estas conversaciones, hemos
contribuido a forjar vínculos con la comunidad.
Por lo tanto, nos sentimos parte del proyecto en
términos de colaboración”, afirma el alcalde de
Pudahuel, Ítalo Bravo.
“La experimentalidad es la verdadera
libertad de enseñanza”
El proyecto Escuela-Centro Experimental Carén
surgió en mayo de 2021, al alero de la Universidad
de Chile. De hecho, depende de su Prorrectoría
y ya tiene tres equipos profesionales, integrados
por profesores, cientistas sociales y académicos,
que trabajan las áreas pedagógico-curricular, de
comunidad e investigación transdisciplinar.
Víctor Orellana destaca que la iniciativa es resultado
del esfuerzo de la Universidad de Chile y del SLEP
Barrancas por recuperar la experimentalidad en el
contexto de la educación pública. “Es una deuda
que tenemos como país, más aún considerando lo
significativa que fue la experimentalidad en su historia,
siendo de vanguardia durante el siglo XX. Gabriela
Mistral fue un gran aporte en esa línea. Entonces,
ese primer elemento es relevante para nosotros: la
experimentalidad en la educación pública”.
¿Qué es la experimentalidad? Según Orellana, en el
proyecto hay una definición operativa de varios puntos,
que tratan de construir una visión propia. “Quisiera
proponer que los términos experimentalidad e
innovación se utilicen para abrir la caja de la educación,
volverla porosa a la imaginación y a otros procesos
que no necesariamente aparecen como educativos,
pero que en el fondo sí lo son. Y, por lo tanto, lo que
hace la experimentalidad es recuperar una mayor
libertad y una mayor posibilidad creativa del proceso
de enseñanza y aprendizaje. La experimentalidad es la
verdadera libertad de enseñanza”.
A lo que Patricio Canales, director del SLEP Barrancas,
añade: “Lo experimental nace desde la conjetura,
es decir, del cuestionamiento a partir de dónde uno
está. Implica cuestionarse la realidad pedagógica
frente a los retos que nos plantea la sociedad
presente. Nuestra educación se quedó muy centrada
en el currículum, no en la persona. Nos hemos
olvidado de eso y ahí es donde nace lo experimental.
El desafío es cómo creamos una escuela o un liceo
donde podamos desarrollar habilidades y valores,
naturalmente junto con el conocimiento. En el fondo,
cómo creamos una escuela para la vida”.
Ítalo Bravo, alcalde de Pudahuel, asegura por su
parte que “la experimentalidad tiene que ver con ir
creando en la marcha, con ir desarrollando diversas
actividades desde el punto de vista más práctico, de
la innovación. Dice relación con lo nuevo, y también
con algo que es nuevo en un momento y que en otro
momento es capaz de renovarse, de reinventarse,
en base a la experiencia que se va teniendo en la
práctica educativa”.
Más que una escuela experimental
El proyecto consistirá en una escuela pública, pero
también será un espacio pedagógico: se llama
Escuela-Centro Experimental Carén porque el
convenio involucra la creación del establecimiento,
del cual el SLEP Barrancas será sostenedor, pero
también la creación de un centro de formación de
profesores y de asistentes de la educación.
“No queremos que sea solo una escuela o
institución educativa, sino un centro del cual se
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