

en una organización de medioambiente, obviamente
mi orientación va en la línea de reforzar todo lo que
atañe al cuidado de la naturaleza, romper el esquema
tradicional de una sala de clases y promover que los
niños salgan a la naturaleza a hacer una clase abierta.
Ese es mi norte”, plantea.
Siempre al servicio de la comunidad
Víctor Orellana, sociólogo, doctor (c) en Ciencias
Sociales de la Universidad de Chile y director del
proyecto, destaca que Pudahuel es “una comuna
del sector popular que enfrenta el problema de la
experimentalidad de cara a las grandes mayorías
de este país”. Por lo tanto, indica, “esperamos no
fomentar el desarrollo de un proyecto educativo
alternativo, sino más bien uno que ayude a reimaginar
y repensar la educación pública en general, de tal
manera de ponerla a la vanguardia de los procesos
de transformación, junto con la experimentación
e innovación que ya se encuentran realizando las
comunidades en el territorio”.
“Hemos llevado adelante una consulta a los
ciudadanos, hecho puerta a puerta, conversado
con los vecinos, ido a las ferias a hablar con ellos.
Queremos que sea un proyecto muy al servicio de
la comunidad, de sus necesidades, que en Pudahuel
son muchas. Hay lugares sin agua potable y con
problemas de urbanización. En una frase: queremos
una escuela pública, en el marco del proyecto del
Parque Carén, al servicio del desarrollo”, agrega.
Brenda Sotelo, presidenta del Comité Ambiental
Comunal y secretaria del Comité de Adelanto de
Soberanía Urbana del sector rural de Pudahuel,
asegura que este proyecto “es lo más maravilloso
que nos pudo haber pasado acá porque abarcará la
enseñanza básica, media y técnico profesional. La
gente está muy contenta, motivada, tienen sueños y
esperanzas en que los niños y jóvenes de acá, de la
ruralidad, se hagan partícipes. Es un proyecto que me
conmueve profundamente, porque está marcando
un rumbo distinto, es un precedente de que la
educación puede cambiar con voluntad política y con
voluntad de los vecinos, obviamente”.
Y agrega: “Las grandes beneficiadas serán las
comunidades rurales de Pudahuel. El 85% de la
superficie de nuestra comuna es rural y, en términos
de población, al menos 20 mil personas están en esa
situación. Hoy día ni siquiera tenemos buena señal de
internet, lo que es increíble si pensamos que estamos
ubicados tan cerca del aeropuerto. Esta iniciativa
ayudará a los niños y jóvenes a salir de la ignorancia
en que están, a romper el círculo de la pobreza y
a que sean otras personas, a que descubran que sí
son capaces. La educación tiene que nivelar a los
estudiantes más pobres hacia arriba, porque de acá
también pueden salir doctores, cientistas políticos,
gente preparada”.
2022: la participación de las comuni-
dades locales
Este año, el proyecto ha sostenido diálogos con la
comunidad y distintos actores locales, incluyendo
una consulta a la ciudadanía, en la que se espera
la intervención de miles de personas. Las ideas
que surjan de esos cónclaves se transformarán en
propuestas que serán analizadas en una Mesa de
Trabajo Territorial, que se espera consolidar con la
presencia de diversos actores locales.
“Este es un proceso que va a ser lento, eso es
importante saberlo, y nosotros se lo decimos a la
comunidad y a los diversos actores institucionales
involucrados. No es un proyecto que busque ser
efectista, sino efectivo. Por lo tanto, avanza a paso
firme, de manera lenta, construyendo consenso y
articulación”, indica Orellana.
Patricio Canales, director ejecutivo del SLEP
Barrancas, que administra los establecimientos
educacionales de Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado,
cuenta que en los espacios participativos han visto
una heterogeneidad de visiones sobre lo que las
familias quieren para sus hijos: algunas no quieren
que sigan en el campo, otras quieren que migren, hay
quienes sueñan con que sean profesionales, o que
trabajen en la zona industrial. “Se concluye que tienen
una gran capacidad para poder adaptarse y entonces
viene muy bien un colegio experimental, va a ser muy
bien concebido en ese sentido”, señala.
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