

La Cumbre sobre la Transformación de la Educación, a la que asistió el ministro Marco Antonio Ávila en
Nueva York, tuvo como eje de discusión el informe global “Reimaginar juntos nuestros futuros, un nuevo
contrato social para la educación”, preparado por la Unesco.
El 19 de septiembre culminó en Nueva York la
Cumbre sobre la Transformación de la Educación,
organizada por la Organización de Naciones Unidas
(ONU), en el marco de la 77ª sesión de la Asamblea
General, para responder a la crisis educacional en
materia de igualdad, inclusión y calidad que dejó la
pandemia en el mundo.
El encuentro, al que asistió el ministro Marco Antonio
Ávila, tuvo como eje de discusión el informe global
“Reimaginar juntos nuestros futuros, un nuevo
contrato social para la educación”, preparado por
la Unesco y escrito por la Comisión Internacional
sobre los Futuros de la Educación, bajo la dirección
de la Presidenta de Etiopía, Sahle-Work Zewde, que
durante dos años recogió los aportes de más de un
millón de personas.
Desde su fundación hace 75 años, esa institución
ha encargado varios informes mundiales para
replantearse el papel de la educación en
momentos clave de transformación social. “Si el
informe nos enseña algo, es que tenemos que
adoptar medidas urgentes para cambiar el rumbo,
porque el futuro de las personas depende del
futuro del planeta, y ambos están en peligro. El
informe propone un nuevo contrato social para la
educación, que tiene como objetivo reconstruir
las relaciones entre nosotros, con el planeta y con
la tecnología”, sostiene Audrey Azoulay, directora
general de la Unesco.
Cambio de paradigma: crucial para
la transformación educativa
El ministro expuso en el plenario sobre la
participación de los jóvenes en la transformación
educativa, junto a sus pares de Canadá, Portugal,
Ecuador, Sierra Leona y Costa de Marfil, donde
habló sobre el rol que tienen los establecimientos
educacionales en el fomento de la democracia.
“El momento histórico que estamos viviendo nos
coloca como civilización en un proceso de revisión
de la educación que queremos para el mundo.
En un escenario de demandas globales, creemos
que el paradigma educativo debería enfocarse
Política Educativa
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