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Revista de Educación •
Editorial
Jorge Poblete Aedo
Subsecretario de Educación
E
n los tiempos que corren, frente a la excesiva
información que nos llega constantemente a cada uno
de nosotros a través de los medios de comunicación
y redes sociales, siempre es importante hacer una pausa,
reflexionar, observar la realidad y poner el foco en aquello que
es relevante y cuyo impacto es indiscutido.
Durante 2021, a partir de las experiencias y evidencias
acumuladas, sacamos en limpio que las clases presenciales
cumplen un rol irremplazable. No hay nada que pueda
sustituir la experiencia de ir al colegio, el contacto con los
profesores, los educadores, y la interacción con los pares.
Que cada niño y joven pueda desarrollarse en plenitud
es la esencia del trabajo que realizamos día a día aquí en el
Ministerio de Educación, y hacer todos los esfuerzos en esa
línea era y sigue siendo un imperativo ético.
Por ello, brindamos a las comunidades educativas una
serie de apoyos: priorización en la vacunación a todos los
trabajadores de la educación desde febrero de ese año
-actualmente ya todos han tenido la oportunidad de recibir la
tercera dosis-; vacunación desde los tres años de edad; seguro
escolar COVID-19 y kit inicial de cuidado sanitario; flexibilización
en el uso de recursos SEP; presupuesto de más de $186.000
millones para infraestructura solo en 2021, incluyendo el Fondo
“Yo Confío en mi Escuela”; y el Fondo de Apoyo para el
Retorno Seguro de $25.000 millones, entre otros.
Todos estos aportes, junto con una disminución de
las cuarentenas y los avances en el proceso de vacunación
a nivel país, hicieron posible lo que en algún momento
parecía imposible: al cierre del año escolar, un 99% de los
colegios estaba con clases presenciales y un 97% de los
establecimientos de educación parvularia tenía sus puertas
abiertas. Como constató UNICEF, Chile hoy está entre los
pocos países de la región que culminaron el 2021 con la
apertura total del sistema educativo.
Las cifras avalan que ese regreso a clases fue seguro: al 15
de diciembre, un 80% de los estudiantes sobre seis años de
edad ya contaba con su esquema de vacunación completo.
Además, la correcta aplicación de los protocolos sanitarios y
los procesos de vigilancia epidemiológica lograron mantener
los brotes de COVID-19 en los establecimientos educativos en
2022: Un balance necesario
niveles muy bajos, no superando el 1,8% en promedio mensual,
y disminuyendo considerablemente el segundo semestre,
durante el cual no se llegó al 1% de brotes ningún mes.
En esta edición especial de Revista de Educación hemos
querido hacer un recorrido por aquellas políticas públicas que
el Mineduc puso en marcha con vistas a que la presencialidad,
aun en contexto de pandemia, fuese una oportunidad de
aprendizaje. Me refiero, por ejemplo, a “Escuelas Arriba”,
que apoyó a todos los establecimientos del país que se
quisieran unir al programa para recuperar los aprendizajes
de sus alumnos, poniendo a su disposición una metodología
de nivelación, materiales y recursos que pueden aplicarse
tanto en clases presenciales como online; y al Plan “Juntos,
Chile se Recupera y Aprende”, que puso en la mira tres
ejes: recuperación y nivelación de aprendizajes; bienestar
socioemocional; y retención y reinserción escolar de aquellos
estudiantes que abandonaron el sistema escolar o corrían
serios riesgos de hacerlo.
Desde este último Plan, luego de un intenso proceso
participativo con las comunidades educativas y otros actores
claves del sistema educativo, dimos forma a una hoja de
ruta para los próximos cuatro años donde lo central es la
recuperación de aprendizajes de nuestros niños, niñas y jóvenes.
También pusimos el foco en aquellas herramientas cuya
aplicación masiva no existía, las que permitieron a los equipos
pedagógicos de los establecimientos poder continuar con su
labor, incluso cuando solo les era posible enseñar a distancia,
como por ejemplo “Aprendo TV” y “Aprendo en Línea”.
Y, además, impulsamos el proyecto “Conectividad para la
Educación 2030”, que entregará conexión gratuita a Internet
de alta velocidad a más de 10 mil escuelas de todo el país y
beneficiará a 3,2 millones de estudiantes. ¡Ya hay muchas de
ellas hoy conectadas!
Sabemos que la presencialidad es importantísima para
el desarrollo integral de nuestros niños y hemos trabajado
sin descanso para que ella sea posible y así mitigar al
máximo los impactos negativos que tuvo la pandemia en
el sistema educativo. Es fundamental que como sociedad
comprendamos la importancia de esto y que las escuelas
reciban a todos sus alumnos en este nuevo año escolar.
ASISTIR A CLASES PRESENCIALES ES FUNDAMENTAL.
¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!
INFÓRMATE DE LOS PROTOCOLOS SANITARIOS PARA
EL RETORNO SEGURO EN
VOLVAMOSACLASES.CLUso de
mascarilla
Lavado
de manos
Distanciamiento Ventilación