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Revista de Educación •
Política educativa
Aspectos actitudinales y motivacionales frente a
asignaturas:
La información recogida en los cuestionarios
aplicados a los estudiantes en TIMSS 2011 da cuenta
de cómo niños y niñas difieren en sus motivaciones
para estudiar. Así, esta prueba incluye escalas para tres
constructos motivacionales: valor intrínseco (interés),
valor utilitario y creencias sobre la propia habilidad.
Tres son comunes a 4º y 8º básico: cuánto les gustan las
disciplinas (índice de gusto), cuán seguros o seguras se
sienten con las asignaturas (índice de seguridad) y cuán
involucrados o involucradas están en las clases (índice
de involucramiento). Adicionalmente, para 8º hay un
índice que señala cuánto valoran la Matemática y las
Ciencias para la vida diaria o su futuro (valor utilitario).
Los resultados evidencian que al separar a alumnos y
alumnas aparecen diferencias en sus indicadores de gusto,
seguridad, involucramiento y valoración.
Se puede constatar que “en Chile no solo existe una brecha
de género en puntaje, sino también una diferencia en las
actitudes según el género (que afecta negativamente más
a mujeres), particularmente en 8º básico y, de manera más
evidente, en Matemática que en Ciencias”.
Análisis similar se realizó en PISA 2012 (Agencia de la
Calidad de la Educación, 2013), respecto a las actitudes
de los estudiantes hombres y mujeres, en Matemática.
Para analizar las diferencias actitudinales, se emplearon
índices construidos por los analistas de la prueba,
referidos a tres áreas, a saber: Esfuerzo y motivación de
las y los estudiantes, Autopercepción en relación con la
Matemática y Disposición hacia la Matemática.
Como resultado de ese análisis, en casi todos los índices
se encontraron acentuadas brechas a favor de los
hombres. En general, ellos muestran una actitud más
abierta y positiva frente a las matemáticas, con mayor
disposición y proyección, menos estrés y más valoración
del trabajo de sus profesores.
EN LA SALA DE CLASES Y LOS RECREOS:
¿QUÉ HACER?
• El espacio del colegio como escenario de despliegue
de inequidades
Este informe incluyó grupos de conversación con
expertos y actores del sistema educativo. Hubo un amplio
consenso respecto de que “en el ámbito escolar son
diversos los escenarios y contingencias en las cuales se
configuran inequidades de género”.
Una de las más significativas, se da en las dinámicas
al interior de la sala de clases, lugar en el cual se
despliega un repertorio conductual de connotaciones
similares en distintos cursos, según señalan los docentes.
Conductas aprendidas, separación nítida entre
hombres y mujeres, la ocupación del espacio en aula,
formas de socialización, y las maneras de organizarse
para distintas actividades, forman parte del menú de
comportamientos y decisiones en cuya base se anida
un guión cultural y estereotipos que, según las y los
profesores, estructuran pautas discriminatorias que
lesionan la equidad:
La verdad es que yo trabajo con quintos y sextos,
ellos igual son preadolescentes. Entonces, como le dije
antes, está súper asumido el rol que cumplen. No podría
decir desde dónde viene, simplemente está asumido. De
hecho, al dejarlos trabajar libremente siempre se dividen
entre niños y niñas, es una suerte de trato. Es como está
el espacio y tú les dices divídanse y les cuesta trabajar
de manera mixta.
(Docente, mujer).
También las niñas asumen ese rol más pasivo. Por
ejemplo, cuando los niños las molestan ellas tienen
un comportamiento como que les gustara que las
molestaran y les pegaran. De hecho, se ponen contentas.
Yo las miro y es como que estuvieran haciendo como un
enganche con el sexo opuesto. Yo miro eso y a mí de
verdad me impresiona. Yo les digo: ¿a ti te gusta que te
empujen?
(Docente, mujer).
Por otra parte, quienes participaron en estos grupos
de conversación indicaron que se observa en los colegios
situaciones como las siguientes: por la apariencia suelen
ser más juzgadas las niñas que los niños; son ellos
quienes se adueñan de los espacios en los recreos para
jugar a la pelota; y participan mucho más en las clases
que sus compañeras, incluso ahora en modalidad virtual.
•Obstáculos que se visualizan para la equidad de
género en los establecimientos educacionales
Prejuicios de género en docentes y/o directivos
Estos dicen relación con las potencialidades de
las y los estudiantes según género, son aspectos que
el informe cataloga como “obstáculos observables
en materia de equidad de género”. Tanto es así que
incluso una docente refiere a modo de anécdota
que hace varios años trabajó en un colegio particular
subvencionado y el director era extremadamente
machista.
Él tenía como regla que en los recreos los
profesores hacíamos turno (porque no tenía inspectores
para cuidar a los niños en el recreo) y solamente los
niños podían jugar fútbol y no permitía que las niñas lo
hicieran
, recuerda.
El quiebre con respecto a este tipo de predisposiciones
es clave, señala el informe, pues termina por definir
realidades diferenciadas en las rutinas de aula: