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Revista de Educación •
En el aula
En 2020, el COVID-19 trajo problemas en
la metódica rutina de ensayo del profesor
Cristóbal y la banda. Antes de la llegada
del virus, ensayaban un promedio de cuatro
horas, a la semana, en el Colegio Santa
Lucía, ubicado en la comuna de La Cisterna.
aprovechábamos el momento para profundizar en cosas
teóricas”, comenta Cristóbal.
Unos meses más tarde, uno de los músicos anunció que
tenía en su casa un interfaz (dispositivo que gestiona las
entradas, salidas y el procesamiento del sonido, el cual se
puede conectar al computador). Esto les ayudó a crear un
pequeño estudio de grabación casero y así seguir practican-
do mientras continuaba el distanciamiento social.
GLOBAL TEACHER PRIZE CHILE 2020
Cristóbal Rojas fue nominado a este concurso por la directo-
ra ejecutiva de la Fundación Luz, Sofía Villavicencio Cornejo.
Gracias a esa postulación quedó dentro de los 20 semifina-
listas de la categoría general.
Luego, se abrió otra categoría que buscaba destacar jus-
tamente a un docente de su especialidad, lo que le permitió
ser reconocido como el mejor profesor de Música de Chile.
“Cuando me nombraron ganador de la categoría de
Música, fue una tremenda sorpresa y alegría, porque sabía
que esto iba a traer una mayor visibilidad al proyecto que
estamos desarrollando”, señala.
“Yo no postulé por el premio, lo hago por la educación,
por la música y por la cultura”, comenta emocionado.
LA MÚSICA EN LA SANGRE
La ceguera para el docente es un tema que le llega muy de
cerca. Su abuela materna era no vidente. “Yo tenía cerca
de 10 años cuando la veía frente al piano. Siempre me
llamó la atención su forma de tocar el instrumento. Traté
de imitarla cerrando mis ojos, para aprender y hacerlo
como ella”, agrega Cristóbal.
Su padre, Jorge Rojas, era profesor de Historia en
el Liceo Manuel de Salas, donde él estudió toda su vida.
Junto a él aprendió más sobre la música y la trayectoria
de grandes personajes como Beethoven y Bach.
“Yo fui criado por mi padre, porque mi mamá
falleció cuando tenía nueve años. Gracias a él aprendí
a querer la pedagogía, la cultura y la música, pues
además es folclorista y llegó a tocar junto a Víctor
Jara”, agrega.
Luego de terminar el colegio, Cristóbal ingresó a estu-
diar Pedagogía en Música a la Universidad Mayor. Y antes
de llegar a la Fundación Luz, trabajó en otras dos escuelas
con niños con capacidades diferentes, ayudándolos a inte-
grarse al mundo de la música y los instrumentos.
Sin embargo, su trabajo en esta orquesta juvenil
ha sido lo más desafiante e importante de su carrera,
porque involucra un fuerte contenido cultural, social y
educacional.
Por ahora el concurso
Global Teacher Prize
continúa
su proceso internacional. “Estamos trabajando para que
nuestra Orquesta llegue a ser la mejor de Latinoamé-
rica, y así poder tocar junto a Andrea Bocelli y Stevie
Wonder”, concluye.
Foto: Gentileza Cristóbal Rojas.




