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ZONA PEDAGÓGICA
Revista de Educación Nº 388
U
na enorme gigantografía de fondo
verde claro decora la oficina de
Daniel Tramer, director del CREA
(Centro de Recursos de Enseñanza
y Aprendizaje) del Instituto Hebreo. En el
centro aparece una nube azul y las palabras
“Yuval”. Por si alguien tiene alguna duda de
qué es eso, arriba de esa nube una suerte
de marcianito explica que “Yuval” es “un
modelo educativo, que busca insertar las
nuevas tecnologías como un recurso nativo
a través de un conjunto de estrategias de
carácter tecnodidáctico que impactan en
el proceso de aprendizaje”.
Daniel Tramer pone énfasis en que este
modelo es educativo pedagógico y no
tecnológico: “Tiene que ver con la cultura de
la institución, es decir, con algo intrínseco
en nuestro quehacer. No tiene que ver
con la tecnología, sino con lo académico,
lo valórico y lo formativo. Usamos la
tecnología porque ése es el vehículo, pero
si el día de mañana ésta cambia a otra cosa
que no podemos imaginar, el modelo se va
a mantener, solo va a cambiar el vehículo”.
El nombre del modelo,“Yuval”, fue elegido
en honor al primer músico de la Biblia,
llamado justamente “Yuval”. Y dice relación
con la lógica a la que apunta: actualizar el
lenguaje en forma constante. “Eso es lo que
nos va a modificar culturalmente -afirma
Tramer-. Al final de una clase, un alumno
nuestro puede preguntar: ‘¿Eso lo vas a
subir?’ En otro lugar, podría no entenderse
a qué se refiere. Acá todos sabemos que
está preguntando si lo va a subir al sitio
digital y eso tiene que ver con el lenguaje
que ocupamos: subir, compartir, etc. Ese
cambio de lenguaje está impregnado en
la cultura del colegio. Hoy puedo decir: en
el Instituto Hebreo tenemos una cultura
digital. No sólo por la enorme cantidad de
documentos compartidos o porque nos
comunicamos con ciertos conceptos que
tienen que ver con la nube, sino porque
hemos instalado prácticas educativas que
así lo evidencian”.
UNA PLATAFORMA DIGITAL EN
LA NUBE
¿En qué consiste exactamente este modelo
educativo pedagógico? La idea fue crear en
la nube un espejo de lo que se hace en el
mundo real, tangible.
“Nuestromodelo asume que hay tres actores:
el profesor, el alumno y la nube. Y el encuentro
entre ellos es el lugar del aprendizaje
real, contextualizado y significativo del
alumno -explica Daniel Tramer-. Recalco,
significativo, porque creemos que hoy ya
no está en discusión que el alumno tiene
que aprender cosas con significado para él.
Asimismo, la nube, internet, es una dimensión
necesaria para estar vigente y ser ‘parte de’.
Todos sabemos que un estudiante puede
decir: ‘profesor, no estoy de acuerdo, acá dice
otra cosa’ y el docente tiene que enfrentar
esa realidad, no puede decir ‘este libro dice
esto y ésta es la verdad’, eso es inviable”.
En esa nube a la cual pueden acceder
alumnos, profesores y padres, desde un
computador o celular, se visualiza una
estructura muy clara, con pestañas que
indican: Mail, Básica, Media, Morim (profesor),
CAA (Centro de Alumnos), entre otras.
Los alumnos de 8° básico, por ejemplo,
ingresan a “Básica” y tienen acceso a un
calendario compartido, que es administrado
por la directora del ciclo y allí aparece todo lo
que ella cree que es importante para su vida
escolar. También pueden ver el programa
de cada asignatura donde se indican las
metas, contenidos y habilidades que se van
a enseñar en cada unidad, los instrumentos
de evaluación y los porcentajes asociados a
cada uno de esos instrumentos. Además, está
el temario de pruebas y recursos de apoyo
que sube el profesor/a.
En la pestaña de “Media”, se están
comenzando a hacer algunos cambios que
se espera replicar después en el resto de
las asignaturas y que tienen que ver con
una suerte de “sofisticación pedagógica”.
Los recursos dejan de ser solamente
recursos y están organizados en unidades
de aprendizaje. “El alumno enfrenta una
visualización diferente, con otro tipo de
contenidos, lo que a su vez exige al profesor
un mayor nivel de expertice. Por ejemplo,
en una unidad están las habilidades que el
alumno va a lograr y eso significa que el
profesor tiene que ser experto en ese tema
para poder transparentarlo, comunicarlo, y
que el alumno se vaya empapando de esto.
Hoy día queremos que nuestros alumnos
manejen ciertas habilidades más que ciertos
contenidos”, dice Daniel Tramer.
También en esa unidad encontramos el
tipo de preguntas, el tipo de desempeño y
la meta concreta a conquistar en la clase,
lo que implica un desafío para el profesor
porque todos saben lo que debe lograr en
sus alumnos/as.
Además, al entrar a la pestaña Biblioteca
el alumno/a selecciona la opción inglés o
español, luego el nivel (curso) y aparecen
los libros, que se pueden leer en un tablet,
celular, u otros dispositivos.
Cabe señalar que, por dos razones, la
plataforma digital del Instituto Hebreo
funciona tomando como base Google: la
primera, porque es gratis y cualquier otro
software significaría un costo, lo que no es
admisible en un colegio cuya prioridad es
mantener al 30% de sus alumnos becados.
Y, en segundo lugar, porque Google es parte
del mundo real y lo que aquí se busca es
que los alumnos estén contextualizados en
la realidad, que adquieran habilidades y se
inserten en este mundo.