

Y agregó: “Por eso, esta verdadera avalancha de regulaciones, tareas administrativas y
exigencias, es algo con lo cual no vamos a poder avanzar en lo que realmente importa, que
es la calidad de la educación que reciben nuestros niños. Queremos que los directores y
los profesores dediquen toda su creatividad, esfuerzo y compromiso a enseñar, a motivar,
a ilustrar, a iluminar, a entusiasmar a sus alumnos. Y para eso, es muy importante liberarlos
de esta carga que es absolutamente excesiva”.
PROPUESTAS DE LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Un Sistema de Aseguramiento de la Calidad coordinado,
articulado y coherente, con una función de apoyo y con la
escuela en el centro.
Evaluar el Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC):
luego de 7 años de su
implementación, se plantea evaluar el funcionamiento del sistema por parte de una
institución externa, con el fin de clarificar roles, funciones y formas de coordinación para
la operación del sistema en régimen. De igual forma, es necesario evaluar la efectividad e
impacto de los apoyos entregados, de modo que el tiempo y recursos invertidos redunde
en mejor calidad de educación.
Establecer criterios comunes en todo el Sistema de Aseguramiento de la Calidad:
Uno de los problemas detectados en el SAC tiene que ver con el desalineamiento en los
criterios utilizados por los asesores técnico-pedagógicos del MINEDUC y fiscalizadores de
la SIE (Superintendencia de Educación). En efecto, dada la vinculación que la asesoría directa
tiene con la construcción, monitoreo y evaluación del PME (Programa de Mejoramiento
Educativo), y la relación de este último con las fiscalizaciones de recursos SEP llevadas a
cabo por la SIE, resulta fundamental que los criterios y recomendaciones que emanen de
los funcionarios de ambas instituciones se encuentren alineados.
2. Un Plan de Desarrollo Educativo con foco en la gestión
estratégica de la escuela, que agrupe los distintos planes y
programas y oriente el uso de los recursos que recibe.
Modificación de la ley SEP (Subvención Escolar Preferencial):
actualmente las escuelas
deben rendir de forma separada cada una de las siete subvenciones que reciben, lo que
genera costos altísimos en términos de planificación, tiempo y posterior fiscalización.
Se propone de esta forma, aprovechando los cambios normativos introducidos por la
ley de Inclusión, modificar la ley SEP (N° 20.248) para generar una rendición de cuentas
unificada para todos los recursos recibidos, manteniendo la lógica de asignación a alumnos
vulnerables y con necesidades educativas especiales, y manteniendo un esquema rendición
peso a peso de todos los recursos.
Crear un Plan de Desarrollo Educativo (PDE) integrado y único, con foco en la
gestión estratégica de la escuela:
la idea es que este Plan integre el PME (Programa de
Mejoramiento Educativo), el PIE (Programa de Integración Escolar) y otras subvenciones,
y que se constituya como una guía pedagógica y de gestión interna, con metas medibles
en mejoras de eficiencias internas y educativas, de carácter integral y para un tiempo
determinado. Este Plan de Desarrollo Educativo constituiría una herramienta relevante para
orientar, planificar y materializar procesos de mejoramiento institucional y pedagógico
de los centros escolares.
Revista de Educación Nº 385
POLÍTICAS EDUCATIVAS
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