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Revista de Educación Nº 384
CULTURA
Con el correr del tiempo la oralidad pura se
vuelve mixta. El material que se difunde por
la voz y se aprende de oído, está también
influenciado por textos escritos. Se estima
que, si bien la escritura fue inventada hace
aproximadamente unos 5 mil años, el
primer alfabeto (signos para escribir) tiene
cerca de 3 mil años de existencia.
Al principio, la quirografía (escritura amano)
fue el únicomedio de transmisión de textos.
Esto hacía que los “copistas” o “escribanos”,
personas que se dedicaban a escribir las
versiones, fueran añadiendo, suprimiendo,
reemplazando no solo palabras sino pasajes
enteros. Se sabe que en el mundo medieval
circularon cerca de 5 mil textos del Nuevo
Testamento, que contienen unas 400
mil variantes textuales, de ellas mil 500
representan cambios significativos de parte
de los copistas.
Lo literal sufre cambios y se vuelve
interpretativo, de acuerdo a quien lo
trasmite. Y, obviamente a través del
tiempo y la imaginación de las personas,
los mismos cuentos eranmodificados hasta
convertirse en increíbles historias con todo
tipo de detalles misteriosos y mágicos.
La tipografía, es decir la imprenta, creada
por el alemán Johann Gutemberg en
1440, cambió el paradigma en la difusión
y el acceso a los escritos. Este método
De la oralidad a la escritura
mecánico, destinado a reproducir, con tinta
oleosa, textos e imágenes sobre papel, hace
que el texto deje de ser de unos pocos
afortunados y comience a llegar a un
público cada vez más amplio.
Pero, es a partir del siglo XVIII que la
literatura propiamente infantil comenzó
a desarrollarse con fuerza, adoptando el
cuento como principal género y teniendo
como intención la de enseñar y divertir.
Vale hacer notar que recién en esa época se
empezó a reforzar y a instalar el concepto
de “infancia” en la sociedad europea, antes
los niños eran vistos como “hombres
pequeños” En nuestro país, según lo
registran los historiadores de la educación,
la “infancia” se asentó con más fuerza a
principios del siglo XIX, en especial con la
instauración del kindergarten como primera
escolarización, inspirada básicamente en el
educador alemán, Federico Froebel.
Siguiendo la línea del cuento, la gran
aportadora de personajes y creadora de
leyendas de los cuentos infantiles clásicos
es la mitología griega que, al pasar de los
siglos y bajo la influencia de las distintas
culturas y tradiciones, se convirtió en
la fuente indiscutible del origen de la
mayoría de los cuentos que conocemos.
El personaje de la bruja, por ejemplo, tiene
similitud con Circe, la bruja de Homero en
la Odisea, que usa artimañas mágicas para
envolver a Odiseo mientras convierte a sus
compañeros en cerdos, es muy parecida
a las brujas de los cuentos de hadas, que
transforman a los príncipes en sapos.
Y la utilización de animales como
protagonistas fue copiada de las fábulas
de Esopo (fabulista del siglo VI a.c.) por el
abogado y escritor francés La Fontaine
(1668), quien sostiene que la fábula es el
género apto para que los niños aprendan
a distinguir el bien y el mal. Se cuenta que
le mandó su libro al hijo mayor del rey Luis
XIV diciéndole que él, como príncipe, podía
servir de ejemplo a sus hermanos y a otros
niños, adoptando los consejos morales y
las enseñanzas contenidas en sus páginas.
“La apariencia es pueril, lo confieso, pero
estas puerilidades encubren, muchas veces,
verdades muy importantes”, le advirtió,
refiriéndose a las fábulas.
“ES A PARTIR DEL SIGLO XVIII QUE LA LITERATURA
PROPIAMENTE INFANTIL COMENZÓ A DESARROLLARSE CON
FUERZA, ADOPTANDO EL CUENTO COMO PRINCIPAL GÉNERO
Y TENIENDO COMO INTENCIÓN LA DE ENSEÑAR Y DIVERTIR”