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CULTURA
Revista de Educación Nº 383
¿De dónde viene el cuento infantil?
Seguirle la pista al origen del cuento no es
fácil. Según las investigaciones se remonta,
a unos cuatro mil años atrás. El primer
relato del que se tiene conocimiento es
un manuscrito egipcio, de 19 páginas, en
escritura hierática, que data del reinado del
faraón Sety II (dinastía XIX, hacia 1250 AC) y
que narra la historia de dos hermanos, Anup
y Bata, que se querían y ayudaban hasta que
la esposa de Anup, la serpiente, vino a tentar
a Bata, tratando de seducirlo. Este papiro se
conserva en el British Museum de Londres
y ha sido calificado como el “relato más
antiguo del mundo”. En él aparecenmotivos
que perduran en los cuentos maravillosos
hasta nuestros días.
“El arte de narrar parece inherente a
nuestra condición humana desde que
comenzamos a comunicarnos por medio
del habla”, señala Juan José Prat Ferrer,
investigador español, en su trabajo
“Historia del cuento tradicional” (2013).
Esta aseveración obliga a retroceder en
el tiempo e indagar en el período de la
oralidad, cuando la interacción humana
se hacía solamente a través del habla, en
relatos de mayor o menor extensión.
Al principio los cuentos se guardaban
enteramente en la memoria de los
relatores, sin embargo, poco a poco fueron
apareciendo los elementos de apoyo:
“mnemotécnicos”, recursos que servían para
retener y transmitir los relatos haciendo
recreaciones de ellos como: sonidos de
tambores (lenguas tonales), nudos en tiras
de cuero o lanas, dibujos en piedras, conchas
y vidrios de colores ymaderas conmuescas,
entre otros. Con estos implementos se
traspasaban de generación en generación
y, aunque cada vez era una versión diferente,
el cuento conservaba su argumento original
y elementos significativos para la memoria
colectiva.
Por ejemplo, en Norteamérica, los indios
sioux (iroqueses) usaban un cinturón o una
manta bordada con conchas y vidrios para
contar sus historias, las que eran trasmitidas
a las niñas, porque solo las mujeres de la
tribu tenían esa misión. Mientras los incas
en el Perú, se valían del “quipu”, que consistía
en un cordel principal del cual pendían otros
anudados de distintos tamaños, colores y
grosor, los que en su conjunto relataban
acontecimientos históricos, leyendas, mitos
de la naturaleza y hasta cálculos numéricos.
En la Europa medieval (siglos XI y XII) los
juglares iban de pueblo en pueblo, cantando
y relatando historias. Eran artistas del
entretenimiento, tocaban instrumentos,
hacían malabarismo, relataban cuentos
y leyendas. Se ganaban la vida cantando
los versos escritos por los trovadores y el
grueso del público que los escuchaba era
analfabeto, así es que la tarea del juglar era
principalmente divertir mientras transmitía
sus mensajes. Para ello desplegaban todo
tipo de habilidades, desde hacer magia,
pasando por adiestrar animales (monos y
osos), teatro de títeres, disfraces grotescos
y hasta tragar sables. El objetivo era captar
la atención de la gente de la calle y llegar a
ellos con un lenguaje comprensible.
Hubo obras famosas transmitidas por
juglares, tal es el caso de “La canción de
Roldán”, narración épica que alcanzó gran
popularidad en el siglo XII y se convirtió
en un clásico imperecedero. La capacidad
de aprender textos de los juglares era
tan asombrosa que se cuenta el caso del
morisco, Román Ramírez, último juglar,
quien fue apresado por la Inquisición en
1575 y acusado de brujería. El hombremurió
en prisión porque los jueces dictaminaron
que “solo con ayuda del diablo se podía
aprender textos tan largos”.