Background Image
Previous Page  32 / 44 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 32 / 44 Next Page
Page Background

30

REVISTA DE EDUCACIÓN /

zona pedagógica

Para la señora Felicia, de 59 años, este

proceso ha sido toda una aventura. En

pocas palabras, “una nueva vida para

mí. Ahora sé dónde ir, tomar micro,

identificar los números. Estoy muy

contenta. Nunca pensé que a estas

alturas de mi vida volvería a estudiar,

porque ya una se siente más vieja. He

aprendido tantas cosas. Me digo: nunca

es tarde para aprender, y quiero seguir

aprendiendo”, cuenta emocionada.

Es madre de cuatro hijos y abuela de

cuatro nietos. Todos están contentos

de que ella estudie: “Lo hago para

ellos y por mí, porque antes me sentía

que no valía. Estaba en un callejón sin

salida. Me aislaba. Me daba vergüenza

opinar cualquier cosa. Ahora tengo más

personalidad, las señoritas nos enseñan

a hablar y a perder el miedo”, relata.

Cuando era niña llegó hasta 5° básico

y por problemas de plata tuvo que

dejar los estudios. “Después de un largo

tiempo mi papá me dijo vuelve, y yo le

dije que no. Ya me había acostumbrado. Y

pasó el tiempo… harto tiempo.

Tengo casi 60 años, estoy entrando a

la tercera edad y me dieron ganas de

aprender. Nunca imaginé que podía

hacerlo, además que ya las cosas se van

olvidando. Pero al contrario, se me abrió

un mundo. Estoy feliz”, termina sonriente.

Un antes y

un después

“Pertenezco a la iglesia y muchas veces los demás conversan y una se siente

aislada, humillada, avergonzada. Entonces mejor me voy a estar sola porque

me siento mal”.