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Revista de Educación •
Cultura
LA HISTORIA DE LA CIENCIA SE FUNDE CON LA
HISTORIA HUMANA
Aquel famoso experimento de Galileo, en el que se dejan
caer dos piedras desiguales y se demuestra que ambas llegan
al suelo al mismo tiempo, inauguró una etapa de cambio
en la mente humana que ha sido continuada por muchos
otros. “Ese despertar racional de la ciencia clásica clarificó las
relaciones entre nosotros y las cosas del mundo visible hasta
desembocar en la Revolución Industrial del siglo XIX, que
liberó al hombre, al menos en parte, de la miseria”, señala
el académico de la Universidad de Murcia, España, Mariano
Gacto Fernández, reafirmando la idea de que a partir de esa
experiencia se refuerza el rol clave de la ciencia en la sociedad.
Hubo descubrimientos singulares como el de los
rayos X, el electrón y la radioactividad. Con la teoría de la
relatividad (Albert Einstein) o la mecánica cuántica, se desveló
un mundo enteramente insospechado con anterioridad,
porque nuestros sentidos no están concebidos para verlo
o sentirlo. Esta nueva ciencia permitió entender el átomo,
el sol, las estrellas, y aportó una idea fundamental en la
naturaleza. Cambió todos los parámetros que dominaban
hasta entonces la vida humana: la velocidad del caballo por
la de la luz, la combustión por la fusión nuclear, la fuerza
bruta por la de potentes diseños y el aislamiento geográfico
por la desaparición de las distancias terrestres. “La historia
de la ciencia y de la humanidad llegaron a fundirse en una
misma historia”, afirma el experto y agrega que esa misma
secuencia se aprecia también en el progreso histórico de
la biología. Inicialmente se ocupó de lo que era visible,
descendió luego al nivel celular y estudia ahora procesos
vitales a dimensiones moleculares increíblemente pequeñas.
René Descartes (1596-1650) fue uno de los que más
contribuyó al rigor de la investigación científica. Instaló un
método que parte de la duda: “no se debe aceptar nada
como verdadero hasta que se proceda a ser comprobado,
luego se analiza y se descompone el problema para valorarlo
en partes pequeñas, enseguida se sintetiza partiendo de
lo más sencillo hasta lo más difícil de los componentes del
problema y al final se aplica la verificación, para valorar que
ningún dato se haya pasado durante el proceso”.
A partir del siglo XVIII la ciencia se transformó profunda
y radicalmente en combinación con la técnica, creando así la
tecnología y dando comienzo a la Revolución Industrial, cuyo
apogeo se pudo palpar en el siglo XIX y principios del XX.
Desde entonces la ciencia abarca un enorme conjunto
de saberes organizados, que se distribuyen a lo largo de tres
grandes ramas:
• Ciencias Naturales, que estudia la naturaleza,
por ejemplo, la biología, la física, la química, la
astronomía, la geología, etc.
• Ciencias formales, que estudian objetos y sistemas
abstractos aplicables al mundo real, como la
matemática, la lógica, la informática, etc.
• Ciencias Sociales o ciencias humanas, que se dedican al
estudio de la humanidad, pero conservando el método
científico de perspectiva empírica y crítica y haciendo
uso de la estadística. Por ejemplo: la sociología, la
antropología, las ciencias políticas, la economía, la
geografía, etc.
Fuentes:
economipedia.com-
buscabiografías.com-
scielo.org/Historia
de la Ciencia en la Edad Media, capítulo XII -
slideshare.net"La historia
de la Ciencia y la tecnología".
Retrato de Isaac Newton. Imagen: Dominio público.
Retrato de René Descartes. Imagen: Dominio público.