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Cultura
Un ejemplo: Juan está un poco irritado y Diego está furioso,
pero a ambos los podemos identificar en un estado de la mis-
ma categoría emocional: la rabia. Si no fuera así, no podría-
mos entendernos y la confusión podría costarnos cara, ya que
es mejor alejarse de una persona que está furiosa y manejar
con tacto a alguien irritado y tratar de tranquilizarlo.
La autora se plantea la complejidad del misterioso mun-
do de las emociones, va más allá de la clasificación básica
y se amplía en una vasta lista de emociones mixtas: odio,
vanidad, ilusión, celos, horror, aburrimiento, pudor, ambición,
nerviosismo, desconcierto, placer, orgullo, éxtasis, sorpresa,
culpabilidad, dolor, romanticismo, ferocidad, envidia, etc. Se
trata de diversos términos que denotan sentimientos, estados
de ánimo o comportamientos, que pueden agruparse en 4
categorías: emociones básicas, emociones básicas crónicas,
emociones mixtas y emociones superiores.
Para
Alba Emoting
la emoción es el punto de encuentro
de la psiquis con el cuerpo, resume Bloch. Y agrega, que
cuando se entra en contacto con las emociones básicas en
su estado más puro, las personas se sorprenden. Al tiempo
que recuerda un taller donde hizo que por unos minutos un
grupo de jóvenes psicólogos siguiera el patrón de la rabia,
al concluir el ejercicio un integrante confesó que por primera
vez sintió rabia sin que lo acompañara la sensación de asco,
de ganas de vomitar. Conversando de su historia personal, su
madre cuando era niño y tenía un acceso de rabia, lo retaba,
a lo cual él respondía con vómitos. Era un trauma infantil.
Los patrones de las emociones básicas trabajados con
este método tienen que ver con rasgos faciales: apertura de
ojos, párpados, frente, cejas, mirada, boca y con la respiración.
A modo de ilustración, el miedo se demuestra con los ojos
muy abiertos, párpado superior levantado e inferior tenso,
arrugas horizontales en la frente, cejas levantadas, mirada des-
enfocada, móvil, boca abierta vertical y tensa. Incluso se en-
tregan ejercicios para “neutralizar” físicamente las emociones
y poder volver a estados de reflexión más adecuados para to-
mar decisiones o seguir en mejores condiciones la experiencia
personal e interpersonal que nos brinda la existencia humana.
“Lo que más me impacta de las emociones en general,
es lo evasivas y dominantes que son, cómo se instalan rápi-
damente y cambian de una a otra con la velocidad del viento
y la violencia del relámpago, cómo ocupan para siempre
una parte fundamental de nuestras vidas, enraizándose y
eternizándose en nuestra condición humana, todo ello sin
intervención alguna de nuestra voluntad”, señala la creadora
del método y autora, entre otros, del libro “Al alba de las
emociones” (versión en español, año 2004).
Fuentes:
Historia de las emociones: Caminos y retos, Juan Plamper/2014.
Las emociones: Breve historia en su marco Filosófico y Cultural de la
Antigüedad, Iván A. Pineda y Jaime Yáñez /2018.
Neuropsicología de las emociones, el aporte de Charles Darwin, Andrey
Velázquez F. y Yuranny H Rojas G. /2009.
Las emociones en la antiguedad en griega, David Konsta/2004.
La conquista de las emociones, Pablo Quintanilla, PUCP/2007
Emociones en el cerebro, Eduardo Calixto, UNAM, 2018.
Cuando la psicofisióloga chilena
Susana Bloch decidió cambiar
su foco de investigación y
centrarse en las emociones,
estando en el Centro Nacional
de Investigación Científica, en
Francia, le pusieron, según ella,
el grito en el cielo. Pero logró,
en cuatro años, determinar
objetivamente parámetros
fisiológicos-expresivos precisos
para cada una de las emociones
básicas y desarrollar un método
para su aplicación práctica.
Libro "Al Alba de las Emociones", de Susana Bloch.




