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¿Cómo hacer un
uso responsable
de la tecnología?
Las nuevas generaciones nacieron con las tecnologías al alcance de su mano, pero ¿saben
hacer un uso crítico y responsable de ellas? Nuestros niños, niñas y jóvenes necesitan la
supervisión, acompañamiento y guía de los adultos para aprender a sacar provecho de
éstas y minimizar los riesgos, y por eso el Ministerio de Educación ha puesto en marcha la
campaña “Uso Responsable de la Tecnología”.
Revista de Educación •
Campaña
L
a OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos) plantea que las tecnolo-
gías digitales pueden ayudar a vivir mejor, pero
advierte que los usuarios requieren de habilidades técni-
cas, emocionales y sociales para conciliar la vida digital y
la real de una manera equilibrada, así como para afrontar
las dificultades psicológicas y otros riesgos asociados a
su mal uso.
Los adultos, como agentes formadores, tienen la
responsabilidad de instruir en los niños y jóvenes las
habilidades necesarias para que se desenvuelvan de ma-
nera sana y consciente en el mundo digital, aprendiendo
a actuar con responsabilidad, establecer límites, además
de aceptar y aplicar normas sobre el correcto uso de las
tecnologías, según cada etapa de desarrollo.
LAS CIFRAS HABLAN
La evidencia es contundente. La última encuesta CASEN
(2017) revela que los niños y niñas utilizan celulares desde
temprana edad, y la tenencia aumenta con la edad (ver
tabla en la siguiente página).
Un estudio de la Universidad de Los Andes de 2018,
indica que el tiempo promedio que los niños pasan fren-
te a la pantalla de un dispositivo móvil, es de alrededor
de 6,8 horas diarias, y uno de cada cuatro encuestados
entre 10 y 18 años usa su celular más de 10 horas diarias.
Por su parte, el Censo Digital desarrollado el 2018 por
la Subsecretaría de Telecomunicaciones y VTR arroja
que más de la mitad de los niños se conecta a su celular
desde las 7 am.
Esto se traduce en que alrededor del 30% de los
estudiantes chilenos pasan más de 6 horas al día en línea
fuera del horario escolar y que fueran catalogados como
“usuarios extremos de internet” según la prueba PISA de
2015, el porcentaje más alto de los países de la OCDE.
En el plano educativo, estos estudiantes mostraron peo-
res resultados en todas las materias de la prueba Pisa,
incluso después de controlar por diferencias socioeco-
nómicas. Además, informaron tener menos satisfacción
con la vida y mayor probabilidad de ser intimidados en
la escuela.
LA TECNOLOGÍA EN EL AULA: RIESGOS Y CÓMO
OPTIMIZAR SUS USOS
El uso de la tecnología puede traer grandes beneficios
para el aprendizaje: aumenta la motivación y entrega una
gama más amplia de recursos de aprendizaje, favorece
la autonomía y el desarrollo de habilidades del S.XXI
como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la
búsqueda de información, entre otros, potencia la creati-
vidad y la búsqueda de soluciones.
Un trabajo bien guiado impulsa un trabajo colabora-
tivo con las familias, entendiendo que todo adulto actúa
de mediador entre el estudiante y la información.
En esta línea, la prueba PISA si bien reconoce que el
uso de recursos digitales en el aula es beneficioso en el
aprendizaje, precisa que el “uso excesivo” puede tener
un impacto negativo en los estudiantes, afectando su de-
sarrollo social y cognitivo, además de su aprendizaje. Por
esto, es necesario conocer los riesgos asociados al uso de