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Revista de Educación •
Política educativa
La convivencia
la hacemos todos
Las interacciones y relaciones humanas se enseñan y se aprenden, por ello es fundamental
que las políticas públicas y planes de mejora de la convivencia escolar consideren el
aprendizaje de los modos de convivir, no solo a nivel curricular, sino también en los distintos
espacios y oportunidades que la comunidad educativa presenta. Consciente de ello, el
Ministerio de Educación actualizó la Política Nacional de Convivencia Escolar (PNCE) y ha
impulsado una serie de programas que van en apoyo de las escuelas.
Política Nacional de Convivencia Escolar
L
a convivencia se enseña y se aprende, por lo tanto,
es fundamental que las políticas públicas y planes
de mejora consideren la necesidad de intencionar
la enseñanza y el aprendizaje de los modos de convivir
que permitan construir una sociedad respetuosa, inclusi-
va, participativa y dialogante. Esto no solo debe ocurrir
a nivel curricular, sino también en los distintos espacios y
oportunidades que la comunidad educativa nos presenta,
incluso aquellas en el mundo virtual.
La Política Nacional de Convivencia Escolar busca ser
una herramienta que aporte a la gestión de la convivencia
y a una toma de conciencia sobre la materia de todos los
miembros de la comunidad educativa: equipos directivos,
docentes, asistentes de la educación, padres y apoderados.
Esta Política plantea que la gestión de la conviven-
cia escolar debe consistir en un “proceso colaborativo e
intencionado de diseñar, implementar y evaluar políticas,
acciones, prácticas y actividades sobre el conjunto de las
interacciones y relaciones que se producen en el con-
texto escolar”. Además, señala que la gestión debe ser
sistémica, es decir, abarcar el conjunto de las relaciones
que se producen entre todos los actores escolares, por lo
que no se reduce a algunos programas o intervenciones
puntuales en caso de problemas de convivencia. Por ello,
se requiere un diagnóstico claro de cómo es la conviven-
cia en el establecimiento y de cómo se espera que esta
sea en el futuro, guiado por instrumentos de gestión,
tales como, el Proyecto Educativo Institucional y Proyecto
de Mejoramiento Escolar.
“El objetivo de la actual Política Nacional de Convi-
vencia Escolar (PNCE) es ser una herramienta que aporte
a la gestión de la convivencia, que sea incluida dentro
del proceso de enseñanza y aprendizaje, para que toda la
comunidad educativa tome conciencia de la importancia
de crear relaciones sanas”, explica Jorge Poblete, Subse-
cretario de Educación.
Esta nueva PNCE promueve cuatro modos de convi-
vir en las comunidades educativas:
1) Una convivencia basada en un trato respetuoso
entre todos los actores de la comunidad.
Se propone a las comunidades educativas que
promuevan y fortalezcan relaciones basadas en un trato
respetuoso en todas las instancias y espacios de la vida
escolar y su contexto.
El trato respetuoso se manifiesta en una relación
justa, en el reconocimiento y valoración positiva de las
personas y en conductas, actitudes y hábitos básicos de
cortesía y amabilidad como saludar, dar las gracias, pedir
por favor, pedir permiso, disculparse cuando se come-
te un error, respetar turnos, no interrumpir, cuidar los
espacios comunes, no hablar mal de las demás personas,
utilizar un lenguaje y modales adecuados para el contex-
to, entre otros.
Es un desafío que abarca todas las relaciones que
se dan en el contexto escolar, incluyendo a aquellas
que ocurren en el espacio virtual, las redes sociales y el
mundo digital.