

Revista de Educación Nº 387
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TENDENCIAS
T
odos los docentes y directivos
aspiran a que sus estudiantes
piensen, pero pocas veces se
detienen a reflexionar sobre una
pregunta básica, que representa el punto
de partida: ¿qué es pensar?
Ximena Barrera, experta en educación que
ha trabajado durante los últimos 20 años
en Proyecto Zero (U. de Harvard), asegura
que si realmente se valora lo que los niños y
adolescentes piensan entonces se debería
hacer el ejercicio de entender cómo se da
el pensamiento y qué le sucede a la mente
cuando se está pensando. “En palabras del
investigador David Perkins, el pensamiento
es importante porque si no está mediado
el aprendizaje no se da. El aprendizaje es
una consecuencia del pensamiento”, afirma.
Enesa línea, Patricia León, también vinculada
a Proyecto Zero (U. de Harvard), destaca
la importancia de ayudar a los alumnos
a “hacer visible” su pensamiento. “Es
necesario nombrar el pensamiento. Porque
uno le dice al muchacho: ‘piense’, pero ¿qué
es lo que realmente estamos haciendo?,
hay que nombrarlo: ‘queremos que
encuentres similitudes y diferencias’, ‘nos
gustaría que hicieras un análisis profundo
estableciendo una comparación entre esto
y esto’, ‘busquemos qué preguntas surgen
a raíz de este texto’. Cuando nombramos el
pensamiento, de alguna manera lo estamos
apoyando y fomentando en los estudiantes.
Y haciéndolo visible, por supuesto”.
Y si se trata de dar una definición, ella se
aventura con la siguiente: “El pensamiento
es la actividad mental que tiene el ser
humano para comprenderse a sí mismo,
comprender al otro y comprender el mundo
que lo rodea”.
CLAVES PARA
PROFUNDIZAREL
PENSAMIENTO
Si el docente quiere fomentar el
pensamiento de sus estudiantes
es necesario que preste atención a
tres componentes: 1) las habilidades
(conocimiento); 2) la sensibilidad y 3) la
inclinación.
La “inclinación” es el interés, la motivación
que ellos tienen para pensar. En cambio,
la “sensibilidad a la ocasión” es el estado
de alerta, el saber que es mejor quedarse
callado o aplicar un plan B o ser más
persistente o analizar una situación desde
otro punto de vista.
“Es imprescindible crear oportunidades para
que los estudiantes sepan efectivamente
cómo usar sus habilidades y conocimientos,
porque saben muchas cosas pero no cómo
conectarlas y usarlas -explica Ximena
Barrera-. Por ejemplo, escuché el caso de
un grupo de estudiantes que se preparó
todo el semestre para escribir ensayos,
les enseñaron cómo escribir el primer
párrafo, el segundo, el tercero, pero
después en el examen les fue regular. De
pronto, los estudiantes dijeron: ‘ah, eso
es lo que teníamos que hacer’. O sea,
desarrollaron la habilidad, pero de manera
descontextualizada. Tenían el conocimiento
y la habilidad, pero no captaron que en ese
momento debían aplicarla”.
1 Instructora de Enseñanza para la Comprensión y
Liderazgo en WIDE. Parte de Harvard Graduate School
of Education, miembro fundador de FUNDACIES,
fundadora del Colegio Anexo San Francisco de Asís,
directora del Colegio Rochester por más de 10 años.
Por más de 20 años ha formado parte de Proyecto
Zero como miembro del grupo de docentes, liderando
grupos de estudio y como instructora de minicursos.
2 Instructora de Enseñanza para la Comprensión y
Liderazgo en WIDE. Parte de Harvard Graduate School
of Education, profesora asociada de la Universidad
de Florida, miembro fundador de FUNDACIES y Vision
Action. Ha trabajado durante los últimos 20 años en
Project Zero. Actualmente trabaja en el centro ReThink
& ReUse de Miami con docentes de preescolar.
“ES IMPRESCINDIBLE
CREAR
OPORTUNIDADES
PARA QUE LOS
ESTUDIANTES SEPAN
EFECTIVAMENTE
CÓMO USAR SUS
HABILIDADES Y
CONOCIMIENTOS,
PORQUE SABEN
MUCHAS COSAS
PERO NO CÓMO
CONECTARLAS Y
USARLAS".
Ximena Barrera, instructora de Enseñanza para
la Comprensión y Liderazgo en WIDE.