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ZONA PEDAGÓGICA
Revista de Educación Nº 386
pertinente del estado de los aprendizajes de
cada estudiante y de los cursos para que los
equipos técnicos y docentes de las escuelas
puedan primero reflexionar y luego generar
acciones que potencien sus fortalezas y los
apoyen en sus puntos débiles.
“Claramente, cuando eso ocurre
se gestionan mejor los tiempos de
los profesores y de los estudiantes,
enfocándose en las necesidades específicas
de cada niño o joven y se producen mejoras
de los aprendizajes. Muchos profesores que
usan la Evaluación Progresiva nos cuentan
que han accedido a información que les ha
permitido tomar acciones concretas y que
han observado cambios, lo cual está avalado
por los estudios de implementación que se
han realizado desde la Agencia”, comenta
el secretario ejecutivo (s) de esa entidad.
CUÁNTOS
COLEGIOS SE
HAN SUMADO A
ESTA INICIATIVA
NO BASTA CON
EVALUACIÓN
PROGRESIVA
PARA MEJORAR
El año 2018, más de 4.600 escuelas se
inscribieron para ser parte de Evaluación
Progresiva de Lectura 2° básico y más
de 4.200 escuelas, para participar en
Matemática 7° básico. Eso representa, en
promedio, el 70% de las escuelas de Chile
que cuentan con esos niveles educativos. En
el caso de los establecimientos educativos
con categoría de desempeño Insuficiente,
esa cifra llegó casi al 90%.
En estos meses de 2019, ya hay con más de
5 mil escuelas inscritas.
Encuantoaobtenerlosreportesderesultados
(esto es terminar el proceso completo de la
evaluación), a nivel país, alrededor de 4 mil
escuelas aplican las pruebas de Lectura de
2° básico y cerca de 3.300 escuelas aplican
las pruebas de Matemática de 7° básico de
forma consistente. Y también se sabe que
más del 70% de las escuelas Insuficientes
aplica las pruebas de Evaluación Progresiva
en forma regular, obteniendo los reportes
de resultados.
Tal como explicó el secretario ejecutivo (s) de
la Agencia, la investigación indica que uno
de los aspectos esenciales para mejorar
los aprendizajes es que los docentes
reflexionen sobre su práctica y la ajusten
de acuerdo con los aprendizajes y las
dificultades que presentan sus estudiantes.
“Las pruebas y los reportes de resultados
por sí mismos no inciden directamente en
los aprendizajes de los niños y jóvenes. Se
requiere un trabajo efectivo de los docentes
analizando los resultados, relacionándolos
con lo que ellos observan en sus clases
y definiendo acciones de cambio en su
práctica y en las estrategias que usan con
sus estudiantes. Pero, además, se necesita
el trabajo colaborativo de equipos de
docentes y de equipos técnicos para
conseguir cambios más sistémicos. Muchas
veces la mejora se produce con acciones
de cambio muy pequeñas y simples, pero
cuando un docente debe enfrentarlos solo
puede abrumarse. En cambio, en un trabajo
colaborativo de análisis y de reflexión, todos
ayudan con ideas y soluciones y comparten
experiencias exitosas”.