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ZONA PEDAGÓGICA
Revista de Educación Nº 386
E
l Sistema Nacional de Evaluación
de Aprendizajes fue el resultado de
la necesidad que se detectó en las
escuelas de contar con información
para la mejora. Durante mucho tiempo
existió solo un sistema de evaluación
externa (Simce), que estaba enfocado en
el uso de rendición de cuentas, ahora lo
que se busca es avanzar hacia un sistema
más equilibrado que incorpore también
evaluaciones internas y que esté más
centrado en lo pedagógico.
Es en ese contexto que surgió “Evaluación
Progresiva”, cuya finalidad es aportar
información oportuna y específica a los
profesores, respecto de los avances en el
logro de los objetivos de aprendizaje de
sus estudiantes durante el año escolar. Para
ello incluye pruebas, reportes de resultados
y orientaciones pedagógicas.
Las pruebas han sido diseñadas para
evaluar lo que las Bases Curriculares
indican que deberían aprender los
estudiantes, entonces las escuelas podrán
conocer qué tan cerca o qué tan lejos están
los aprendizajes de cada estudiante de
las metas que deben lograrse en el año y
reflexionar sobre cuáles son los factores
particulares de su contexto que explican
esos resultados y también sobre qué
acciones deberían realizar para mejorar
esas deficiencias de aprendizaje.
Asimismo, las orientaciones pedagógicas
buscan dar apoyo a los profesores con
material que puedan usar para planificar
y diseñar actividades. Por ejemplo, en
el caso de matemática, los orienta para
detectar comportamientos concretos
de sus estudiantes que podrían estar
expresando dificultades en la comprensión
de conceptos y les sugiere estrategias para
que los propios alumnos trabajen con sus
errores conceptuales y los corrijan. En tanto,
en los documentos de lectura, se ofrecen
ejemplos de estrategias que pueden ser
utilizadas directamente o adaptadas por
los docentes para el desarrollo de las
habilidades lectoras de los estudiantes.
EN QUÉ
ASIGNATURAS
Y NIVELES
SE APLICA
EVALUACIÓN
PROGRESIVA
QUÉ
INFORMACIÓN
ENTREGA CADA
UNA DE ESTAS
PRUEBAS
Tanto en Lectura (2° básico) como en
Matemática (7° básico) y en ambos casos
las escuelas reciben de la Agencia de
Calidad de la Educación tres evaluaciones,
que se deben aplicar en distintosmomentos
del año escolar:
Pruebas de Diagnóstico
, que permite
establecer cómo llegan los estudiantes
para enfrentar los aprendizajes futuros del
año escolar.
Pruebas de Monitoreo
, para saber cómo
avanzan los estudiantes hacia el logro de
los aprendizajes esperados en ese año
escolar.
Pruebas de Trayectoria
, para conocer cuál
fue el progreso en el aprendizaje de los
estudiantes al finalizar el año.
A inicios del año escolar, con las
pruebas
de Diagnóstico
un profesor puede
identificar quiénes de sus alumnos tienen
consolidados los aprendizajes de años
anteriores que necesarios para el presente
año. “En matemática, por ejemplo, los
resultados permiten identificar de forma
individual a los estudiantes que tienen
logrado cada uno de los nueve temas
centrales que son base fundamental
para enfrentar los desafíos de 7° básico
(números naturales, fracciones, razones o
ecuaciones, entre otros) y a aquellos que
aún necesitar trabajar en ellos. Con esa
información, puede planificar actividades
de repaso focalizadas para cada estudiante”,
explica Juan Bravo, secretario ejecutivo (s)
de la Agencia de Calidad de la Educación.
A mediados de año, con las
pruebas
de Monitoreo
, el docente puede saber
cómo van progresando sus estudiantes
en los objetivos de aprendizaje que las
Bases Curriculares plantean para el año.
“En lectura, con los resultados pueden
identificar el avance de los aprendizajes en
los niveles de los Estándares de Aprendizaje
y conocer qué estudiantes están en un
nivel insuficiente de comprensión de
lectura y deben recibir más apoyo durante
la segunda mitad del año; también, qué
estudiantes demuestran un nivel elemental
de comprensión lectora y deben seguir
avanzando y cuáles evidencian un nivel
adecuado y pueden enfrentar lecturas más
desafiantes”, agrega.
Por último, con las
pruebas de Trayectoria
que se aplican a fines del año escolar,
los profesores conocen el estado final
de los aprendizajes de cada alumno en
el proceso. “Usan esa información para
planificar las actividades de inicio del
siguiente año escolar y también evalúan
las prácticas pedagógicas implementadas,
identificando cuáles fueron más efectivas
y cuáles hay que modificar para hacer que
más estudiantes mejoren sus aprendizajes
-señala-. Además, los resultados de las
pruebas de final de año indican cómo fue
el progreso de los aprendizajes durante el
año en las escuelas en que se aplicaron las
evaluaciones. Por ejemplo, en lectura se
puede saber cuántos estudiantes pudieron
pasar del nivel insuficiente de comprensión
lectora a mitad de año al nivel elemental a
final del año, aunque ellos aún no alcanzan
un nivel adecuado de comprensión lectora,
sí demuestran avances en sus aprendizajes,
eso permite que los profesores reflexionen
sobre qué acciones tomadas favorecieron
ese progreso”.
En síntesis, el objetivo de Evaluación
Progresiva es entregar información