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Revista de Educación Nº 382
y funcional aparece El Principito como
una posibilidad de reconocerse en una
experiencia estética de ficción a través
de espacios y de la forma de habitar
esos espacios, que conectan con lo
“maravilloso” (mágico). En ese sentido,
El Principito es capaz de acercar a los
niños al gusto por la ficción literaria
desde el juego con lo imposible, lo
imaginado, ya que promueve una
reflexión existencial en espacios en
donde lo conocido como “real” está
subvertido. Es un libro que bien trabajado
en el aula permitirá indagar en temáticas
como la alteridad o la inclusión desde
una sensibilidad que, aún siendo Saint
Exupéry un hombre marcado por la
Segunda Guerra Mundial y el exilio,
es universal y vigente en el siglo XXI.
Es bueno sacar al Principito del canon
literario comercial que lo ha acercado
a la banalidad de la autoayuda, para
revelarlo en el aula como una ventana
de lenguaje hacia mundos posibles”,
sostiene la académica de la Universidad
San Sebastián, Daniela Ochoa y agrega
que no hay que perder la posibilidad de
leerlo.
¿QUIÉN FUE ANTOINE JEAN
BAPTISTE DE SAINT EXUPÉRY?
Antoine de Saint Exupéry, nació en Lyon,
Francia, el 29 de junio del año 1900,
en el seno de una acomodada familia
de Provenza. Desde pequeño mostró
interés por las letras, escribiendo versos
y revelando también innatas condiciones
para la mecánica. Tuvo estudios clásicos
en establecimientos católicos, al término
se preparó para ingresar a la Escuela Naval,
pero no logró su objetivo y se matriculó en
Bellas Artes.
Su fascinación por volar lo llevó a hacerse
piloto en el Servicio Militar, pero su novia
se opuso a que se incorporara al ejército
del aire, así es que se resignó a ejercer
diversos oficios, al tiempo que frecuentaba
los medios literarios.
En el año 1926 publicó una breve novela
titulada, El Aviador, a la vez que obtuvo
un contrato para una sociedad de
aviación. Entonces empezó a escalar en
su producción literaria siempre mezclada
con su oficio de volar. Y cuando era jefe
de estación aérea en el Sahara español,
dio a luz su primera novela, Correo del Sur,
en 1928. Luego vinieron “Vuelo nocturno”,
en 1931, mientras trabajaba como
director de Aeroposta en Buenos Aires,
Argentina. Cuando esa empresa quebró
y puso término a la era de los pioneros,
él se dedicó a ser piloto de prueba e hizo
varios intentos de récords, sufriendo más
de un accidente: en el desierto egipcio en
1937 y otro más grave en Guatemala al
año siguiente.
En esa década de los años treinta
multiplicó su quehacer, elaboró cuadernos
de invención, hizo adaptaciones de sus
novelas al cine, reportajes y artículos para
revistas. Se radicó en Nueva York y ya con
mala salud a causa de sus accidentes, se
dedicó de lleno a escribir, allí nació su
novela Tierra de hombres (1939).
Entre 1940 y 1942 luchó en la aviación
francesa durante la Segunda Guerra
Mundial, experiencia que plasmó en Piloto
de guerra. Y con la caída de Francia (1942),
se marchó definitivamente a Estados
Unidos y se marginó de compromisos
políticos partidistas, lo que le valió la
hostilidad de los gobernantes galos de
la época. En ese autoexilio escribió Carta
a un rehén y la parábola de El Principito,
ambos en 1943.
Su pasión por el aire lo llevó a pedir su
incorporación a las fuerzas francesas
en África del Norte y retomó las misiones
desde Cerdeña y Córcega, en uno de esos
cometidos, en julio de 1944, se perdió
la pista de su avión en la vastedad del
Mediterráneo.
En 1948 fueron publicadas los cientos
de páginas de La ciudadela, como obra
póstuma.
Antoine de Saint Exupéry fue lo que se
podría llamar un aventurero de acción
física y un aventurero de la imaginación
y ambas condiciones supo amigarlas
con perfección en el famoso y aplaudido
relato del Principito, cuyos 75 años de vida
literaria celebramos este 2018.
“Ésteesparamíelpaisajemásbelloymástriste
del mundo. Es el mismo paisaje de la página
anterior, pero lo he dibujado una vez más para
enseñároslo bien. Fue aquí donde apareció el
principito en la Tierra, y después desapareció.
Mirad atentamente este paisaje para que
estéis seguros de poder reconocerlo si
viajáis alguna vez por África, por el desierto.
Y si por casualidad pasáis por allí, os pido
por favor que no os apresuréis, ¡esperad
un poco, justo debajo de la estrella! Si
entonces un niño os acerca, si ríe, si tiene
el pelo de oro, si no contesta cuando le
preguntáis algo, adivinaréis enseguida
quién es. Por favor, sed amables y no me
dejéis tan triste: escribidme enseguida y
decidme que ha vuelto…”
CULTURA
"ES UN LIBRO QUE BIEN TRABAJADO EN EL
AULA PERMITIRÁ INDAGAR EN TEMÁTICAS
COMO LA ALTERIDAD O LA INCLUSIÓN DESDE
UNA SENSIBILIDAD QUE, AÚN SIENDO SAINT
EXUPÉRY UN HOMBRE MARCADO POR LA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y EL EXILIO, ES
UNIVERSAL Y VIGENTE EN EL SIGLO XXI."
FIN