

en el día. Luego de los 15minutos teóricos,
empieza el entrenamiento físico. Allí los
ayudantes tienen la responsabilidad de
sacar los materiales al patio y organizar
los implementos para que todos puedan
practicar.
Ha sido tan positiva la experiencia, que
han extendido las clases de Educación
Física y ciclismo al nivel preescolar. “Los
profesores están muy contentos, porque
con esto estamos materializando la
práctica deportiva y nos hace más sentido
nuestro eslogan ‘Allipén vive y se educa
a través del deporte’", señala Marta
Bobadilla con evidente entusiasmo.
Otra modificación fue fijar a las 9:00 y
no las 8:30 como antes el ingreso a
clases. Esta medida está directamente
relacionada conmejorar la calidad de vida
de los estudiantes, ya que ahora salen
de sus casas de día y vuelven con luz a
sus hogares. Esto significa que pueden
desayunar, almorzar y tomar once a
las horas adecuadas, así captan los
nutrientes necesarios para tener mayor
concentración en clases y están más
motivados, afirman los profesores.
Los horarios de estudio regulares tampoco
sevenperjudicados. Todos losdíasdesde las
10:50 a las 11:15 la escuela completa lee,
iniciativa que surgió a raíz deque los niveles
de lectura eran muy bajos. “El Programa
de Integración Escolar (PIE), compuesto
por educadoras diferenciales, psicólogas,
asistente sociales y fonoaudiólogas, es
responsable de apoyar a los estudiantes
que presentan necesidades educativas
de carácter permanente o transitorio
en nuestra escuela, y a la vez todos los
docentes han incorporado la co-enseñanza.
Esto se refleja, por ejemplo, en la lectura
de los textos que son seleccionados por el
equipo PIE para todos los cursos. Los niños,
en grupos de cinco, los leen en voz alta. Así
hemos logrado mayor fluidez en la lectura
y además han ido perdiendo el temor a
leer en público”, cuenta la directora de la
escuela, Danitza Catrifol.
“Estos cambios hanmejorado la asistencia
de nuestros alumnos a clases, pasamos de
un 87% a un 95%, aunque llueva o truene
no dejan de venir. Además, disminuimos
los índices de obesidad en todos los
estudiantes, gracias a las cuatro horas
de ejercicio que tienen a la semana. Uno
de ellos bajó 12 kilos haciendo ciclismo
y sin la necesidad de adoptar una dieta
establecida”, agrega orgullosa.
Estos logros son tan conocidos en el sector,
que las personas identifican a la Escuela
Allipén como el “colegio de los ciclistas” y
los alientan en cada competencia o cuando
entrenan en los caminos rurales. “Todo
el equipo que trabaja en el estableci-
miento está comprometido en sacar este
proyecto deportivo adelante, porque so-
mos testigos de la evolución de nuestros
alumnos. Muchos de ellos podrían optar
a otros colegios de la zona, con mejor in-
fraestructura o más cerca de sus hogares,
pero no lo hacen. Tenemos tres alumnos
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ZONA PEDAGÓGICA
REVISTA REVEDUC
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Nº 380/2017