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No, para que algo llegue a ser tradicional

tiene que haber sido primero popular.

Entendemos por tradicional todas aquellas

expresiones que se han transmitido en

forma espontánea de una generación a

otra. Si pensamos en la danza Chamamé

en la Patagonia, los niños la bailan en todas

sus fiestas, desde el abuelo hasta el nieto.

Es popular en estos momentos, y en dos o

tres generaciones más vamos a poder decir

que ya es tradicional.

¿Es lo mismo danzas

tradicionales que

populares?

¿Es la cueca la danza más

representativa de nuestro país?

¿Es un baile transversal que

identifica a todos los chilenos?

La Cueca nos identifica a todos como

chilenos, pero hay tantas Cuecas chilenas

como chilenos existen. Lo que pasa es que

hemos tratado de esquematizar la Cueca.

Cadaregiónycadacomunidad,manteniendo

los parámetros implementados por la

tradición, va a ejecutar la danza de una

manera distinta. No puede estar normada

tantos pasos para acá o tantos pasos para

allá, arriba el pañuelo o abajo el pañuelo,

en esa parte viene el escobillado o en esa

parte no. La Cueca es danza de expresión

de libertad.

Estuve hace poco conversando con unos

amigos allá en el norte sobre el Cachimbo y

la Cueca, les decía que estas dos danzas son

como pájaros libres, tenemos que dejarlos

volar. Si nosotros las enjaulamos, se nos

van a morir.

Usted y Margot Loyola,

¿cómo llegaron a conocer

estas danzas?

Primero hay que señalar que Margot fue

una persona muy intuitiva porque sin

saber música ideó un sistema para anotar

las melodías de lo que escuchaba cantar

en los campos. Y es un sistema que ahora

se ha estado estudiando en institutos de

musicología a nivel mundial.

Ella me decía: “No se pueden hacer

transcripciones de la música de tradición

oral”. ¿Por qué? Porque le dices a una cantora:

“Cánteme esa tonada”, la canta, la anotas,

la grabas. Le dices: “Cántemela de nuevo”

y canta otra cosa, le da otro acento, otra

intención. Si la canta tres o cuatro veces,

son tres o cuatro versiones distintas. ¿Cuál

es la verdadera? Todas. Entonces, en el libro

aclaramos que hemos elegido una.

Dicho lo anterior, ¿cuál fue el sistema

implementado por Margot para conocer y

rescatar las danzas tradicionales y populares

de nuestro país? Vivir con las comunidades.

Un mes, dos meses, 15 días. Recorrimos el

país a lo largo y a lo ancho.

El año 62, ella me invitó a estudiar a Chiloé.

Ya el 61 habíamos ido con un grupo de la

universidad a otra labor por esos lados.

Llegamos a Castro y nos fuimos al campo

donde vivía una familia amiga, los Díaz

Guerrero. Yo no entendía nada porque

pasaban los días y no sabíamos de danzas

o cantos, que era lo que me interesaba. De

repente, cuando llevábamos 15 días, me

di cuenta de lo que estaba pasando: nos

estábamos identificando con la comunidad y

con la familia. Margot se iba con las mujeres

a la chacra, sacaba zanahorias, escarmenaba

la lana. Yo salía con los hombres a pescar,

a buscar agua a las vertientes. ¡Llegó un

momento en que hablábamos igual que los

chilotes! Un día Margot se puso a cantar

con su guitarra y la dueña de casa, que

tenía cerca de 100 años, le dijo: “Yo cuando

joven cantaba”. “¿Y qué cantaba usted?”, le

preguntó. ¡Y se puso a cantar una Seguidilla!

Nosotros preguntamos: “¿Quién baila esto

por acá?” “La prima Adela”, nos dijeron, y ahí

partíamos a verla.

“La cultura tradicional se vive,

eso es lo importante. No es

ajena a la persona. Uno se

siente identificado con algo en

forma individual y a la vez en

comunidad. Si coloco un plato

con empanadas y un vaso de

vino tinto, ¿qué sugiere? Para

mí, podría ser que mi abuelita

el día de las “Carmenes”

siempre hacía empanadas

(…) Representa algo a nivel

individual, pero a todos nos

representa Chile”.

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ZONA PEDAGÓGICA

REVISTA REVEDUC

MINISTERIO DE EDUCACIÓN

Nº 377 /2016

“LA CUECA NOS

IDENTIFICA A TODOS

COMO CHILENOS, PERO

HAY TANTAS CUECAS

CHILENAS COMO

CHILENOS EXISTEN”.