

Revista de Eduación Nº 374
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SUS VARIADOS TALLERES SON UNA INSTANCIA DE APRENDIZAJE, CONTRIBUYEN A EVITAR QUE
LOS ALUMNOS TERMINEN EN LA CALLE Y, ADEMÁS, INTEGRAN A AQUELLOS ESTUDIANTES CON
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES. VECINA DEL MUSEO INTERACTIVO MIRADOR (MIM),
ESTA ESCUELA INICIÓ SUS FUNCIONES EN NOVIEMBRE DE 1990 Y ACTUALMENTE ACOGE A 140
NIÑOS Y NIÑAS DE LA POBLACIÓN YUNGAY Y SUS ALREDEDORES.
CONVIVENCIA
Casa Azul:
INCLUSIÓN Y ESPERANZA
A
las 6:15 de la mañana, el director
de la Casa Azul, Samuel Vásquez,
se subía a su furgón y recogía
niños para asegurarse de que
llegaran a clases. Su recorrido comenzaba
por las comunas de La Pintana y luego
seguía por La Granja y La Florida. A las
8:30 ya estaba con ellos en la Casa Azul.
Una rutina que permaneció hasta que el
segundo semestre de 2015 el colegio
compró su transporte escolar: una van
gris con capacidad para 20 alumnos. Aun
así, este director continúa trasladando a
algunos estudiantes. “Paso a buscarlos
para que lleguen más temprano o para
asegurar su presencia. Apoyo cuando hay
una necesidad urgente”, explica.
Esta escuela acoge a 140 niños de las
poblaciones Yungay y sus alrededores
(Malaquías Concha, San Gregorio, Santo
Tomás, Navíos, entre otras). No utiliza
ningún sistema de selección y entrega
–desde las 8:00 de la mañana a las 8:00
de la noche- un ambiente educativo a
quienes más lo necesitan.
Foto: Gentileza Casa Azul.