

Revista de Educación Nº 374
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Siempre he sido muy curiosa, me interesa
saber el porqué y el cómo de las cosas.
Durante una práctica de verano en Cerro
Calán, en mi segundo año de estudiante
en la Facultad de Ciencias Físicas y
Matemáticas de la Universidad de Chile,
me enviaron al Observatorio de Cerro Tololo
a realizar observaciones de una estrella. Allí
en la cima de Tololo, en una noche oscura
sin luz de luna, con las estrellas de la Vía
Láctea sobre mi cabeza, decidí que esto era
lo que quería hacer por el resto de mi vida,
que pondría todo mi empeño y mis talentos
para lograrlo. Me licencié en Astronomía en
la Universidad de Chile, y luego obtuve un
Máster y un Doctorado en Astrofísica de la
Universidad de Princeton en
EE.UU.SU FAMILIA, ¿QUÉ ROL JUGÓ
EN SU INCLINACIÓN POR LAS
CIENCIAS?
La influencia de la familia es siempre
importante. Sin embargo, en mi caso no me
incentivaron directamente a ser científica,
más bien fue la “cultura” familiar de crear y
atreverse a modificar la realidad lo que me
marcó. Fuera del trabajo de oficina, mi padre
pintaba, tenía un pequeño taller en la casa,
de sus pinceles surgían cosas hermosas.
Mi madre era una “decoradora/modista”,
llegaba a la casa después de su trabajo de
secretaria y, a veces, sin ni siquiera sacarse
el abrigo, comenzaba a aserruchar las patas
de una mesa para hacerla más baja o traía
un tarro de pintura y pintaba una muralla
hasta las 12 de la noche y luego la decoraba
con platos de loza pintados por ella en
un estilo impresionista, que contrastaba
con la pintura académica de mi padre,
pero eran muy decorativos. Los chalecos
de la familia, después de un tiempo de
uso los deshacía, teñía la lana y tejía un
nuevo modelo. Esa valentía creativa fue la
herencia que me marcó. En ciencia hay que
estar dispuesto a empujar los límites de lo
conocido, con entereza y humildad frente
al descubrimiento.
Y EL COLEGIO, ¿TUVO
ALGUNA INFLUENCIA EN SU
PASIÓN POR LAS CIENCIAS?
Estudié en el Liceo 7 de Niñas, allí tuve
excelentes maestras. Recuerdo con
particular cariño y agradecimiento a mis
profesoras, sobre todo a las de Física y
Matemáticas, que siempre estuvieron allí
para aclarar mis dudas y me apoyaron para
seguir una carrera científica.
¿CÓMO FUE SU
EXPERIENCIA AL ESTUDIAR
EN LA UNIVERSIDAD EN
CHILE Y DESPUÉS EN EL
EXTRANJERO?
Cuando ingresé como estudiante a la
Escuela de Ingeniería de la Universidad de
Chile me encontré con un curso de 120
alumnos, éramos tres mujeres. Después del
impacto inicial, me adapté bien al entorno
y no tuve problemas con mis compañeros
con los que siempre tuve muy buenas
relaciones.
Luego, en Princeton, me sentí un poco
discriminada por mis compañeros en
cuanto a que no se juntaban conmigo para
trabajar en algunas tareas, al comienzo
pensé que era debido a que yo nomanejaba
bien el inglés, pero el segundo año ya
hablaba inglés fluido y era la mejor alumna
en un par de cursos. Sin embargo, nunca
logré que trabajáramos juntos. Después me
enteré de que yo era la primera mujer que
ingresaba a Princeton a estudiar Astrofísica
y me di cuenta de que la discriminación
era un problema de ellos, no era mi culpa,
así que ya no me preocupé más del tema.
Hoy hay más mujeres en astronomía y su rol
en ciencia es cada vez más valorado. Aún
queda un trecho para la esperada igualdad,
pero vamos en la dirección correcta.
“Siempre he sido muy curiosa, me
interesa saber el porqué y el cómo
de las cosas”.
¿QUÉ LA MOTIVÓ
A ESTUDIAR ASTRONOMÍA?