

Los resultados de las pruebas Simce 2014, correspondiente a los niveles de 2°, 4° y 6° básico, constituyen un llamado a
la reflexión.
Efectivamente en la última década se registran avances importantes, los que se han tendido a estabilizar en los años
recientes. Y es justamente esta información la que, según indican en la Agencia de Calidad de la Educación, pone de
relieve la necesidad de considerar nuevas políticas y mecanismos de apoyo que permitan impactar y fortalecer el
trabajo en las escuelas y, especialmente, en lo que ocurre al interior de la sala de clases, en la relación que se establece
entre los docentes y los estudiantes.
No obstante, en esta estabilidad existen 1.050 colegios que mejoran tanto en matemática como lectura, desde el año
2008 a la fecha. Estos planteles se encuentran distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional y provienen en su
mayoría del sector municipal. De hecho, el 54% de los que mejoran son municipales, un 44% privados subvencionados
y un 2% pagados.
De acuerdo al reporte proporcionado por la Agencia de Calidad, lo más importante de la reciente entrega de
resultados Simce 2014 fueron los hallazgos que conciernen a los factores que influyen en el logro de aprendizajes.
Entre los factores externos que más explican los resultados destaca el grupo socio económico; a medida que éste
aumenta, crece de manera notoria el resultado de los establecimientos. Es decir, mientras más alto es el ingreso
socio económico de las familias de los estudiantes, mejor es el rendimiento escolar de éstos. “Ello refleja la alta
segregación de nuestro sistema escolar y, por tanto, refuerza la necesidad de crear condiciones para fortalecer la
educación pública y la importancia de las reformas impulsadas por el gobierno, en especial la Ley de Inclusión”,
explica el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad.
Sin embargo, la diferencia inicial entre los establecimientos municipales y particulares subvencionados desaparece
virtualmente cuando los aprendizajes se consideran en relación al nivel socioeconómico. Sólo existe una diferencia
a favor de los particulares subvencionados: en la prueba de Matemática de 6º básico, donde originalmente se
observaba una brecha de casi 17 puntos, hoy disminuyó a menos de 3 puntos, lo que no es una magnitud relevante.
Por otra parte, también existen factores internos de las escuelas que pueden hacer la diferencia. En 2014 no sólo se
midió el aprendizaje en determinadas áreas curriculares, sino también los “Indicadores de Desarrollo Personal y Social
de los Estudiantes”, una dimensión que hoy cobra más relevancia que nunca.
Clima de convivencia escolar:
mide la percepción de estudiantes, docentes, padres y apoderados
relativa a si existe un ambiente de respeto al interior de la
comunidad educativa; un ambiente organizado, donde se conocen
la reglas y éstas son respetadas por todos; un ambiente seguro,
donde no hay violencia física o sicológica.
Participación y formación ciudadana:
busca conocer si las escuelas promueven los espacios de
colaboración y el grado de involucramiento de la comunidad
educativa. También, si los estudiantes se sienten orgullosos de ser
parte del establecimiento y desarrollan o no las habilidades para
la vida en democracia, como la posibilidad de expresar opiniones o
respetar aquellas diferentes a las suyas.
Nuevos Indicadores: Impacto en el Aprendizaje
REVISTA DE EDUCACIÓN
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EN EL AULA
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