Previous Page  26-27 / 52 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 26-27 / 52 Next Page
Page Background

26

Revista de Educación •

Tendencias

Ruth Castillo es doctora

en Psicología, profesora

de la Facultad de

Educación y Salud de la

Universidad Camilo José

Cela, y miembro del Yale

Center for Emotional

Intelligence (Universidad

de Yale). Es responsable

en España del método

RULER y consultora

RULER en las escuelas

secundarias del Instituto

Tecnológico de Monterrey.

27

Revista de Educación •

Tendencias

Habilidades

para este siglo

Es la pregunta transversal que se hacen los educadores especialmente en tiempos de

pandemia y fue abordada por Ruth Castillo, psicóloga y especialista en aprendizaje

socioemocional, al abrir el seminario online “Educación Socioemocional: Enseñanza

y Aprendizaje de las Emociones para el Siglo XXI”, organizado por Fundación

Educacional Seminarium. La experta se re rió al método RULER –un programa de

educación socioemocional impulsado por la Universidad de Yale–, que actualmente se

está aplicando en 25 colegios de España y también en México.

Método Ruler

“L

a profesión docente es una profesión emo-

cional. Estamos siempre lidiando con nuestras

propias emociones y con las de nuestros

alumnos. No solo regulando las nuestras, sino coregulan-

do las de nuestro alumnado. Todo el tiempo vivenciamos

esa reciprocidad. Por eso cada aula tiene vida propia. Hay

ambientes de aula que generan y contagian emociones

positivas y otros, que producen emociones negativas. Ese

clima va a repercutir necesariamente en el aprendizaje”,

advierte Ruth Castillo, psicóloga y especialista en aprendi-

zaje socioemocional.

En su intervención en el seminario online “Educación

Socioemocional: Enseñanza y Aprendizaje de las Emocio-

nes para el Siglo XXI”, organizado por Fundación Educa-

cional Seminarium, puso el acento en las siguientes ideas:

1. Hay que ser consciente que cuando hablamos de

educación socioemocional, no se trata solo de

abordar las emociones básicas.

Explica que hay quienes piensan que al trabajarlas con los

niños ya se está haciendo educación emocional y no es

así. “Es muy importante que en educación emocional no

nos restrinjamos a lo visible, a las emociones básicas, sino

que también hagamos un esfuerzo por trabajar el complejo

mundo emocional que tenemos”, señala.

Las emociones básicas son innatas, nos han permiti-

do sobrevivir a lo largo de la evolución humana, son las

primeras que sentimos y tienen un correlato fisiológico

muy determinado, pero tal como señala la psicóloga son

absolutamente insuficientes o parciales si queremos tra-

bajar este tema con niños desde los 3 ó 4 años. A partir

de esa edad, los niños desarrollan su autoconcepto, son

capaces de compararse con el otro, de tener expecta-

tivas y saber qué se espera de él/ella en un contexto

determinado, entonces empiezan a aparecer emociones

mucho más complejas. “Ya no es solo el enfado, apa-

recen la culpa, la vergüenza, la envidia, emociones que

podríamos llamar secundarias, muchas de ellas sociales,

que tienen que ver con esas expectativas y con esa com-

paración”, indica.

2. La educación emocional no es sólo para los niños,

sino también para los adolescentes. Y una de

las cosas que es necesario trabajar con ellos,

especialmente en esta era de las redes sociales, es

su capacidad para expresar emociones, eso va a ser

esencial para tener una buena salud mental.

“Los adolescentes hoy en día no están siendo honestos:

su única forma de expresar emociones es exclusivamente

desde un punto de vista positivo, pero no son capaces

de comunicar emociones como el miedo, el enfado,

la decepción o la tristeza. Están viviendo un mundo

absolutamente parcial, filtrado, como los filtros de

Instagram”, afirma.

Foto: Gentileza Ruth Castillo.