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Revista de Educación •
Editorial
Raúl Figueroa Salas
Ministro de Educación
E
scribo por primera vez en la Revista de
Educación en medio de la suspensión
de clases a causa de la pandemia del
COVID-19 que afecta a todo el mundo, lo
que pone a prueba el desafío de entregar
una educación de calidad a todos los niños,
niñas y jóvenes de Chile.
Si bien la emergencia sanitaria que
vive el país nos tiene alejados de las salas
de clases, debemos poner todo nuestro
esfuerzo para que esta distancia física no
signifique el abandono de los estudios.
Como ministerio hemos puesto a dispo-
sición de la comunidad educativa el sitio
aprendoenlinea.mineduc.cldonde encontra-
rán todos los recursos digitales para que el
proceso educativo se interrumpa lo menos
posible, y seguiremos trabajando en más
recursos físicos y alianzas, como la publica-
ción de actividades diarias en periódicos de
circulación nacional y regional y espacios
educativos en televisión abierta, entre otros.
Adicionalmente, ya estamos distribu-
yendo cuadernillos de trabajo impresos a
estudiantes que pertenezcan a escuelas
rurales, escuelas de categoría de desempe-
ño insuficiente o que se encuentren en zonas
que tienen baja o nula conectividad a inter-
net. De esta forma entregamos herramientas
a más de 380 mil estudiantes de 1° básico a
4° medio, de cerca de 3.800 establecimien-
Editorial
tos de todo el país, la mayoría de ellos de
carácter rural.
Asimismo, estamos procurando la
entrega de beneficios y apoyos a todos los
estudiantes del país, como la alimentación
que provee Junaeb. Las escuelas seguirán
siendo ese lugar de acogida y seguridad
para todos aquellos que por diversos moti-
vos no pueden contar con el cuidado de un
adulto en sus hogares, donde se adoptarán
diversos resguardos de salud. Entendemos
que el contexto es difícil y que las rutinas
familiares están exigidas, por eso debemos
encontrar, entre todos, formas novedosas
y creativas de generar esos espacios que
propicien los aprendizajes.
Hoy, tanto el Ministerio de Educación
como toda la comunidad educativa, debe-
mos aunar nuestros esfuerzos con un mismo
propósito: generar aprendizajes significa-
tivos en nuestros estudiantes de manera
eficiente y eficaz.
Mi compromiso y el de todo el ministerio
es con nuestros niños, niñas y jóvenes, con
mejorar la calidad de la educación y superar
las brechas de aprendizaje que hoy existen.
Este compromiso debe ser de todos. Todos
los esfuerzos valen la pena si podemos trans-
formarle la vida a miles de niños y jóvenes
que esperan de la educación las herramien-
tas para poder desarrollarse en plenitud.