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EN EL AULA
Revista de Educación Nº 383
P
ara cumplir su anhelo de ser docente,
Marta debió trasladarse hasta la
ciudad de Concepción en la Octava
Región, allí estudió Pedagogía en
Educación Básica con mención en Lenguaje
y Comunicación, en la Universidad San
Sebastián, siempre con la clara convicción
de ser un aporte y ayudar a cambiar la forma
tradicional del aprendizaje.
Al terminar su carrera y gracias a una beca,
en 2015 inició unMagíster en Alta Dirección
y Gestión de Instituciones Educativas.
Los conocimientos adquiridos fueron
fundamentales en su formación docente y
gracias a ellos, accedió a su primer trabajo
como profesor en el Colegio Niño de Jesús
en Lota.
En su afán de darle un giro a la educación
tradicional para hacerlamás eficaz y acorde
a los tiempos de hoy, introdujo en sus
clases el aprendizaje lúdico, sin olvidar la
realidad que tenían sus distintos cursos de
enseñanza básica. Para ello aprendió a hacer
varios tipos de clases, rediseñó fórmulas
según edad y currículo de los cursos, aunque
siempre conservando el juego como la base
de los aprendizajes.
Motivar con
objetos del
entorno
“Lo dinámico de mis clases hace que los
alumnos se interesen por aprender. Un
buen ejemplo son los radioteatros y las
disertaciones de poetas o personajes
relevantes en las materias tratadas. Esto
hace que ellos adquieran el conocimiento,
escriban y además desarrollen su
personalidad y pierdan el miedo a hablar
en público”, señala la docente.
Para mejorar la comprensión lectora de
sus alumnos, que cursan desde 6° a 8°
básico, también emplea elementos que se
encuentran en el entorno cercano, y que
son reciclables como cajas de jugo, botellas
o entradas al cine. Con la información
arrojada por esos objetos y la forma en
que los menores se relacionan con ellos, la
profesora aprovecha de estimularlos para
que se vinculen de forma positiva con la
lectura.
Para las pruebas de lectura, evalúa a sus
alumnos a través de dibujos, donde los
chicos pueden relatar la historia. También
les permite grabar con sus celulares,
incorporando situaciones cotidianas.
“Si tengo enmi sala a un niño que no le gusta
leer, averiguo cuáles son sus intereses. Por
ejemplo, a un alumno que le atrae el fútbol
y que es hincha del “Club de Deportes Lota
Schwager”, le diseño una prueba donde los
textos sean solo de deporte, así se motiva
y comienza a leer. Con eso partimos para
acercarlo y fascinarlo con la lectura”,
cuenta la docente.
LA EXPERIENCIA EDUCATIVA
RESULTÓ UN ÉXITO. LA
MAYORÍA DE LOS ALUMNOS
NO QUERÍAN QUE
TERMINARA LA HORA DE
CLASES, ADUCIENDO QUE
ESTABAN MUY ENTRETENIDOS
CON LA EXPERIENCIA DE
APRENDIZAJE, EN LA QUE
TUVIERON QUE JUGAR
VARIOS ROLES.
Foto: Marta Jorquera.