

a afrontar la vida de forma más positiva.
Los días martes a las 15:00 horas y los
domingos a las 12:00, el grupo se dirige
hasta el área de Pediatría del Hospital, para
hacer reír a los niños que se encuentran
internados. Antes de ingresar, elaboran una
lista con el nombre de los pacientes, sus
acompañantes y un breve diagnóstico del
niño y su estado anímico.
Así el payaso sabe qué actividades puede
realizar, cuál es la movilidad del paciente
y qué puede potenciar en el menor, de
modo de producir un clima de juego y
comunicación sin interferir en el trabajo
del equipo médico. En caso de ser posible,
también visitan a los lactantes, con quienes
utilizan técnicas musicales, luces y colores,
ya que estos pequeños también reaccionan
a los estímulos de la risa.
“El proyecto trajo confianza y ha hecho que
los niños tengan mejor ánimo, luego de
cada intervención de los payasos quedan
más tranquilos. Además, siempre contamos
con el apoyo de los padres y médicos,
en especial la doctora Ana Olave, jefa
de Pediatría del Hospital de Coquimbo”,
cuenta Francisco Javier Silva Rojas director
de “ZapayaS.O.S”.
La risa que
mejora el
alma y el
cuerpo
En el último tiempo se ha evolucionado
en el uso de la risa como terapia. En los
años 70 el doctor estadounidense, Hunter
Doherty, más conocido como “Patch
Adams”, usó la alegría y el humor como
apoyo en la recuperación y tratamiento
de enfermedades, obteniendo excelentes
resultados. Así se comenzó a aplicar esta
terapia en hospitales de Estados Unidos y
también de Europa.
El proyecto “ZapayaS.O.S”, creado por 14
universitarios de diversas instituciones
de educación superior y profesionales,
liderados por el egresado de medicina
veterinaria de la Universidad Pedro de
Valdivia Francisco Silva Rojas, se inspira en
las metodologías del “payaso hospitalario”
para crear una instancia de estimulación
terapéutica en el proceso de recuperación
de pacientes hospitalizados. Actualmente la
iniciativa se lleva a cabo en el Hospital San
Pablo de Coquimbo. Allí aplican las técnicas
de clown (payaso), teatro, títeres, pintura,
magia, malabarismo y música de forma
interactiva para conseguir risa, eliminar
bloqueos emocionales de los enfermos y
así hacerlos vivir el presente, porque está
comprobado que cuando una persona se ríe,
no piensa, solo vive el momento y aprende