

El académico Rolando Pinto Contreras
relata en “Paulo Freire: un educador
humanista cristiano en Chile”, publicado en
Pensamiento Educativo (Vol. 34, junio 2004),
los pasos iniciales de Freire en nuestro
país. Dice que la experiencia comienza con
la creación del Programa Extraordinario
de Educación de Adultos, en 1964, que
necesitaba un especialista en alfabetización,
ya que el gobierno reformista de Eduardo
Frei Montalva había prometido disminuir el
analfabetismo nacional -particularmente
extendido en la zona rural- del 24% al 10%.
El jefe del programa localizó al educador
en INDAP y con el Ministerio de Educación
se acordó realizar una campaña nacional de
¿Quién fue Paulo Freire?
¿Cuál es su legado?
Junto con el aniversario del Día de la
Alfabetización se cumplieron 50 años de
la publicación de Pedagogía del Oprimido,
cuyo autor es Paulo Freire. Lo que dio pie
para relevar su figura y rescatar nuevamente
su legado al mundo de la educación y la
sociedad.
Este educador tiene el enorme valor de
haber construido su teoría desde la reflexión
de su propia práctica. Su pensamiento está
influenciado por la fenomenología y centrado
en la fuerza poderosa del diálogo. “El diálogo
entre el profesor y el alumno lo transforma
todo. Hay que educar para la conciencia y por
lo tanto para la libertad”, sostenía.
El emblemático libro contiene las bases
del método de alfabetización que aplicó
tanto en Brasil, su país de origen, como en
otros países y en Chile, donde vivió un exilio
entre los años 1964 y 1971 a raíz de una
dictadura impuesta en su tierra que primero
lo encarceló y luego lo expulsó.
Paulo Freire luchó especialmente por dar voz
a los campesinos, a los indígenas, a aquellos
marginados que no conocían la escritura y
transmitían su cultura de forma oral. Para
ello crea una pedagogía para la conciencia
que centra su metodología en el diálogo:
profesor y alumno dialogan, así ambos se
reconocen para sí y entre sí, de modo que no
hay un dominante y un dominado o un opresor
y un oprimido. Desprecia lo que él llama la
educación bancaria, donde el educador es el
único que sabe y los educandos son ignorantes,
por lo que el conocimiento se “deposita” en
la memoria de los discípulos anulándoles el
poder creador del educando, estimulando su
ingenuidad y no su capacidad de crítica.
“En la educación de adultos, por ejemplo, no
interesa a esta visión “bancaria” proponer a
los educandos el descubrimiento del mundo
sino, por el contrario, preguntarles si “Ada dio
el dedo al cuervo”, para después decirles,
enfáticamente, que no, que “Ada dio el dedo
al ave”, sostiene en su libro, ilustrando la
concepción bancaria que concibe a los
educandos como sujetos pasivos, sin
reflexión propia.
Otro buen ejemplo. En cierta oportunidad,
en uno de los círculos de cultura del trabajo
en Chile, un campesino, al que la educación
bancaria tildaría como “ignorante absoluto”,
“En mi primer trabajo fui
monitora de alfabetización.
Yo enseñé a leer y escribir a
muchísimos campesinos. Y
pocas cosas pueden ser tan
emocionantes, como cuando
alguien te dice
‘las letras me hablan’ ”.
Adriana Delpiano,
Ministra de Educación.
mientras se discutía el concepto de cultura,
declaró: “Descubro ahora que no hay mundo
sin hombre”. Y cuando el educador le dijo:
“Admitamos, absurdamente, que murieran
todos los hombres del mundo y quedase la
tierra, los árboles, los pájaros, los animales,
los ríos, el mar, las estrellas, ¿no sería todo
esto el mundo?” No, respondió enfático,
faltaría quien dijese: “Esto es el mundo”.
El campesino quiso decir que faltaría
la conciencia del mundo que implica,
necesariamente, el mundo de la conciencia.
En Pedagogía del Oprimido, Freire distingue
la existencia de dos tipos de educación:
la domesticadora y la libertadora. Él, por
supuesto, propicia la segunda, que es la
concepción humanista, que concibe el
proceso educativo como una dinámica en la
que las personas implicadas se educan y son
educadas al mismo tiempo.
La idea de una verdadera educación
liberadora es imponer el diálogo, de tal
manera que en la sala de clases o donde
se está dando el proceso educativo se
dé la relación en términos del educador-
educando con educando-educador. Demodo
que el educador ya no solo es el que educa
sino aquel que, en tanto educa, es educado
mediante el diálogo con el educando, quien,
al ser educado, también educa. Los seres
humanos se educan en comunión y el mundo
es el mediador.
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CULTURA
REVISTA REVEDUC
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Nº 377 /2016
Su paso por Chile y su
influencia pedagógica