

36
REVISTA DE EDUCACIÓN /
ciencia y tecnología
Todavía recuerda el día en que se puso
a hurgar en su casa unas enciclopedias
y cayó en sus manos una dedicada
a la astronomía. Le encantó tanto
que quiso seguir aprendiendo sobre
los planetas y el espacio. Y comenzó
a pedir libros de astronomía en la
biblioteca de su colegio.
“Cuando era muy chica les dije a mis
padres que iba a estudiar Astronomía,
pero lo tomaron como algo de niños.
Vieron que me iba bien en el colegio
y pensaban que podría estudiar
Medicina o Ingeniería, finalmente se
dieron cuenta de que yo de verdad me
estaba esforzando para optar por lo
que tanto me gustaba, entonces me
dijeron bueno, estudia Astronomía”. Así
cuenta Maritza el momento cuando
dio rumbo a su vocación profesional.
Desde ese momento entró de lleno en
la ciencia del espacio. Se convirtió en
Astrónoma de la Universidad de Chile,
con especialidad en “planetas” y de allí
saltó al doctorado en la misma casa
de estudios.
En una de esas prácticas de
observación, en el Observatorio La
Silla, hizo el descubrimiento que
jamás habría concebido ni ella, ni
sus compañeros de doctorado, ni
sus profesores: otro planeta en la
inmensidad del universo, uno enorme,
mucho más grande que la Tierra. De
ahí en adelante ella y “su hallazgo”
se convirtieron en celebridades
del ámbito científico nacional e
internacional.
¿Cuánto
tiempo tomó el
descubrimiento
del planeta y cómo
llegaste a él?
El proceso se desató porque yo estaba
buscando el tema de mi doctorado y me
dijeron que había un profesor dedicado
al estudio de los planetas. Entonces
me interesé y fui a verlo, con la idea de
que me diera algún tema para estudiar.
Así fue como empezamos a trabajar. El
objetivo se centró en volver a analizar
datos de algunas estrellas, debido a
que había problemas en la reducción
de esos datos y a causa de ello se
cree que hay muchos planetas que
ya no existen. Mi trabajo consistió en
analizar nuevamente los datos de esas
estrellas, con un nuevo procedimiento y
confirmar definitivamente si los planetas
analizados existen o no. Así fue como
comenzamos este trabajo muy grande,
el que me permitió confirmar tres
planetas y a la vez pude determinar que
otros tres planetas no existían.
Al final, todo el trabajo de la rectificación
de la información nos llevó casi 8
meses. Durante el proceso vimos una
señal que no habíamos visto durante la
investigación y eso era el nuevo planeta.
¿Qué sentiste en
el momento del
hallazgo?
Estaba muy feliz porque había
descubierto un planeta nuevo. Yo no
esperaba que saliera al aire este tema,
porque solamente creía que iba a
confirmar o rechazar la existencia de
planetas. Estaba más contenta, porque
me habían publicado el paper en la
revista científica de la Real Sociedad
Astronómica de Londres, porque eso
valida el descubrimiento.
¿Quiénes más
participaron de
este proceso?
Éramos tres personas. Mi profesor James
Jenkins y Matías Jones del Centro de
Astro-Ingeniería de la Universidad
Católica.
¿Tienes idea
de cuántos
planetas se han
descubierto en el
mundo?
Aproximadamente son 2.000 planetas
los que se encuentran confirmados. Y
se cree que todas las estrellas debieran
tener planetas, entonces hay muchas
que faltan por estudiar, porque debieran
Foto: Gentileza La Tercera / Juan Farías.