

REFORMA
La nueva Subsecretaría de Educación Parvularia tendrá por objetivo establecer la elaboración y aplicación de políticas y
programas en salas cunas, jardines infantiles y establecimientos educacionales que cuentan con este nivel educativo.
Por su parte, la Intendencia de Educación Parvularia, será la encargada de fiscalizar y de dar a las familias la
tranquilidad de que sus niños asisten a lugares seguros.
Para Chile la trascendencia de la promulgación de esta Ley radica en que, mientras en básica y media hay una
cobertura virtualmente del 100%, en educación parvularia apenas se alcanza a cubrir al 15% de nuestros niños. Ese
déficit conlleva otras carencias como la falta de infraestructura o de espacio físico, la falta de profesionales en el área y
las condiciones poco adecuadas para el desempeño de esos profesionales.
Existe amplio consenso científico en Chile y el mundo, que los primeros años de vida constituyen el período más
significativo en la formación del individuo, pues es ahí donde se estructuran las bases para el desarrollo como
persona. Lo que ocurra en esa etapa es determinante para su futuro, afirman los expertos.
Los estudios longitudinales que han evaluado la rentabilidad social de programas educativos de calidad en la primera
infancia, arrojan evidencias sorprendentes que dicen que cada peso invertido en educación parvularia, puede
multiplicarse hasta ocho veces en el futuro productivo de un estudiante, en su propio desarrollo y en el de la sociedad.
Esta evidencia ha determinado que, en nuestro país, la educación parvularia paulatinamente haya adquirido mayor
legitimidad y reconocimiento en el sistema educativo. Ello ha impulsado notorios avances en materia de expansión
de cobertura y de los distintos factores involucrados en la calidad. Sin embargo, todavía insuficientes, por lo que se
requiere de una reforma que encare los desafíos desde una perspectiva integral, eficiente y equitativa.
Bajo esa mirada y respondiendo a la urgencia de atender adecuadamente a los pequeños de 0 a 6 años de edad,
es que se ha establecido una agenda a corto y mediano plazo con más de 20 medidas que se ordenan en tres ejes
estratégicos: institucionalidad, calidad y cobertura.
Se ha considerado así el diseño integral de fortalecimiento de la institucionalidad de la educación parvularia. Para ello
la creación de la Subsecretaría y la Superintendencia que harán más eficiente el funcionamiento de las salas cunas,
jardines infantiles y escuelas con este nivel (prekinder y kínder) y ordenarán las operaciones de todo el sistema.
“De este modo, tendremos un nuevo modelo de gestión de alta especialización, separando las funciones de diseño
de política, de fiscalización, de evaluación y de provisión del servicio educativo”, señala María Isabel Díaz, Educadora
de Párvulos de la Universidad de Chile con larga trayectoria y hoy encargada de Educación Inicial del Ministerio de
Educación.
Al mismo tiempo, con esta reforma se mejorarán las condiciones de trabajo pedagógico y las oportunidades de
aprendizaje de los niños que asisten a la educación parvularia, estableciendo condiciones básicas equitativas de
funcionamiento para todos los establecimientos.
Otro punto relevante está en el ámbito pedagógico. Equipos de especialistas trabajan para actualizar las Bases
Curriculares (los contenidos que deben aprender los niños) del nivel y en la elaboración de estándares indicativos
de desempeño para evaluar los procesos de gestión de los planteles. Y también se tocan aspectos legales muy
importantes para el desempeño educativo eficaz en la sala de clases como el número de alumnos por sala.
¿Por qué es importante reformar la educación parvularia?
Esfuerzo sostenido para una política integral
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