Previous Page  3 / 56 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 3 / 56 Next Page
Page Background

EDITORIAL

Todo indica que la calidad de la educación

radica básicamente en el logro de

aprendizajes de los estudiantes, lo que

convierte a la sala de clases en el espacio

clave para que ese delicado proceso de

aprender se amplíe y se fortalezca.

Dentro del aula se expone lo aprendido

y lo no aprendido, allí se comunican el

docente y sus alumnos, allí también se

hacen las evaluaciones. Ese es el lugar

donde finalmente se dirime el presente

y el futuro de los alumnos. Consciente de

esta realidad, el Ministerio de Educación

está permanentemente fomentando,

monitoreando y poniendo refuerzos en

programas pedagógicos y formativos

para el aula, que involucran tanto a

los docentes como a los estudiantes y

también a los padres y apoderados.

Los últimos resultados de la prueba

SIMCE (2018) dejaron en evidencia que

un porcentaje significativo de alumnos

con puntajes deficientes en cuanto a

lo aprendido en lenguaje, matemáticas

y otras materias de enseñanza básica,

mostraba una sustantivamejora. La noticia

ha sido más que alentadora, ya que esos

estudiantes desnivelados podrían haber

seguido arrastrando déficit de aprendizaje

toda su vida escolar e incluso, llegar a caer

en la deserción al verse frustrados por la

superación de sus compañeros.

Pero, gracias a que los equipos docentes

de varias escuelas decidieron tomar

cartas en el asunto y diseñaron estrategias

propias para sacar a sus chicos adelante,

las cifras se revirtieron, los insuficientes

se volvieron suficientes según revela el

test nacional del 2018.

En la presente edición hemos querido

publicar un reportaje con el ejemplo de

seis establecimientos que dan cuenta de

su experiencia pedagógica al respecto.

Se trata de representantes, directores y

docentes, convocados por el Mineduc a

MEJOR COMUNICACIÓN,

MEJORES APRENDIZAJES

un encuentro, en donde generosamente

se dispusieron a revelar qué y cómo lo

hicieron para que sus estudiantes con

retraso pedagógico repuntaran en forma

significativa sus resultados.

La jornada fue enriquecedora para ambas

partes. El Subsecretario de Educación y el

jefe de la División de Educación General

agradecieron la oportunidad de compartir

las estrategias de mejora, que por lo

demás son coincidentes con el trabajo que

se realiza, por ejemplo, en el Plan Escuelas

Arriba, que entrega un apoyo efectivo a

las escuelas de menor desempeño del

país a través de la nivelación escolar y el

combate del ausentismo crónico.

Las estrategias de los seis colegios son

fruto de la comunicación que fueron

capaces de propiciar y mantener entre

directivos y docentes. En cada uno se

repite ese patrón: reunión, conversación,

consulta, retroalimentación, revisión

de datos empíricos, resultados y nueva

propuesta.

Nota máxima se merece esa reflexión

pedagógica desde el ejercicio profesional,

ya que aparte de aplicar iniciativas

puntuales de acuerdo con sus realidades y

poder ayudar a sus alumnos, los docentes

mejoraron lo más fundamental para una

comunidad escolar: la convivencia interna

y de paso, establecieron un acercamiento

más expedito con los padres y apoderados.

Además, están sirviendo como referente

para otros establecimientos educativos

que pueden seguir sus pasos y sacar a

sus estudiantes de la pesada carga de ser

“insuficiente”.