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PROTAGONISTAS
Revista de Educación Nº 385
Educando desde la cercanía
La profesora con más de 10 años de
experiencia, no posee una fórmula tan
sofisticada para encantar a los adolescentes
con las matemáticas. Su estrategia se basa
en la constancia y en cómo ella construye
sus clases adaptadas al aprendizaje y a las
necesidades de cada estudiante.
Una metodología que aplica regularmente
son las guías de trabajo. A lo largo del curso
les entrega a los alumnos dos guías, que van
de menor a mayor dificultad. Una refuerza
un contenido específico, mientras que la
otra consta solamente de ejercicios, esta
última es revisada todos los días, tomando
siempre en cuenta el ritmo de aprendizaje
de cada alumno.
Las evaluaciones son diarias, consideran en
cuenta la participación en clase y además
la docente aplica al final de la jornada,
un breve cuestionario relativo a todo lo
enseñado. Así puede evaluar lo que los
alumnos han aprendido en el aula y se evita
llegar a la evaluación final del curso con
problemas de contenidos.
“Cuando ellos van cumpliendo metas, se
dan cuenta de que son capaces de lograr
resultados concretos, ese sentimiento
de triunfo influye directamente en la
autoestima del estudiante y eso para mí
es la clave”, agrega Fabiola, al tiempo
que aclara que no permite el uso de los
celulares en sus clases, porque cree que el
dispositivo es un elemento de distracción
ante el aprendizaje y no un beneficio.
Sin embargo, ha incorporado la tecnología
de otras formas, como por ejemplo el
uso del programa “GeoGebra”. Este le ha
ayudado para optimizar el tiempo y dar
mayor claridad a la gráfica de una función,
o cuando está trabajando las unidades de
geometría. “Podemos proyectar de forma
inmediata la figura en la pizarra”, dice.
Este proceso de “aprendizaje cercano”, le
ha traído excelentes resultados, al no dar
espacio a la frustración de los estudiantes,
ya no hay cabida a comentarios como: “yo
no puedo”, “yo soy malo para esto”, pues al
ser gradual la enseñanza logran el objetivo.
Foto: Gentileza Fabiola Bolaños.